Alberto CASTRO
Al cierre

El reto de los 10.200 puntos

El Ibex se quedó a las puertas de alcanzar los 10.200 puntos, un nivel redondo que se ha convertido en un reto para poder romper con suficiencia el escenario inmóvil de la semana pasada. Como no podía ser de otra forma, era Wall Street la plaza encargada de insuflar el ánimo por la tarde, no solo para consolidar los números positivos del Ibex, sino también para llevarlo a los máximos de la jornada. El viento a favor tenía otro argumento claro con la mejora de la calificación crediticia por parte de Moody's a la deuda del Estado español. No obstante, se mantiene todavía cerca de la categoría de inversión especulativa al estar distanciada en la escala por dos escasos peldaños. Pese a los avances finales, el día comenzaba con mal pie debido a la subida del 9,6% en los precios de las casas de China en enero. El miedo a la burbuja inmobiliaria se hizo patente, pero poco después se imponían las compras. El Ibex llegó hasta los 10.193,10 puntos, tras subir un 1,21%. Las alzas de París (+0,87%), Fráncfort (+0,54%) y Londres (+0,41%) fueron inferiores. Dentro del Ibex, las constructoras hacían un papel brillante. OHL ganó un 4,28%, Sacyr, un 3,85%, y Ferrovial, un 3,09%. Los bancos Popular (+3,97%), Sabadell (+2,98%), Bankinter (+2,47%) y Caixabank (+2,40%) compartían con ellas la parte alta de la tabla de los ganadores. Entre los grandes valores, todos en verde, los mejores fueron BBVA (+1,93%), Santander (+1,37%) e Iberdrola (+1,24%). Por su lado, el Cac superaba ayer los 4.400 puntos, niveles no vistos desde hace más de cinco años. Bouygues (+2,98%) fue el mejor de la sesión.