Aunque todavía queden unas cuantas jornadas para concluir el campeonato liguero, no estaría de más que los dirigentes del club -si es que no lo han hecho- comunicasen a Javi Gracia su interés por que continuase un año más dirigiendo al primer equipo. El técnico, que aseguró el domingo sentirse valorado y querido por el vestuario y el entorno, se merece ese reconocimiento por parte de quienes rigen los designios de la entidad rojilla.

La arriesgada apuesta que realizaron -el iruindarra nunca había entrenado en la máxima categoría- debe tener su prolongación después de que hasta los más escépticos con el actual míster osasunista -esgrimiendo algunos de ellos el trato de favor por ser familiar de un miembro de la junta directiva- hayan tenido que rendirse a sus conocimientos futbolísticos y buena gestión de la plantilla.

La tarea de confirmar la continuidad de Gracia debería ser previa a la renovación de algunos futbolistas que acaban contraro. La casa, siempre por los cimientos.