Fermin Munarriz
Kazetaria
TXOKOTIK

Apuntes

Uno: Comienza la solicitud de repatriación y liberación de los presos de modo escalonado e individual, una decisión histórica que ha conllevado dilatadas reflexiones y debates y que ha tenido que superar dificultades de comunicación, incertidumbres, temores... El resultado: una actitud constructiva, responsable y cohesionada. En ese contexto, y ante a la urgencia humanitaria que requieren los primeros casos en cuestión, el lehendakari Urkullu, que tanto ha apremiado a los presos a dar nuevos pasos, decide ahora asociarlo con intereses electorales. ¿Una imperdonable frivolidad, un lapsus traicionero? ¿Piensa el lehendakari en elecciones cuando habla de estos temas? ¿Acaso pretende que le entreguemos los votos a cambio de implicarse en la resolución del problema?

Dos: Roberto Jiménez habla de «cinismo», pero se lo atribuye a otros. El Parlamento vuelve a pedir la dimisión de Barcina, quien, lejos de renunciar, apela a retomar el consenso con el PSN. Pasarán las elecciones europeas, pero Jiménez tiene los días contados; pende de una portada del «Diario de Navarra».

Tres: El 11-M puso a cada uno en su lugar. Y evidenció el desprecio de la derecha española a las víctimas de la violencia si no sirven a sus intereses políticos. Hasta el hostigamiento moral y físico. También en Euskal Herria, con la evocación de Kontxi Sanchiz y Angel Berrueta, de quien hasta el recuerdo de su muerte bárbara quieren borrar. Incluso en eso hay diferentes tipos de víctimas: ante el desprecio de las instituciones, la familia y la memoria de Angel han sido protegidas con celo y cariño por sus vecinos; y, además, de manera transversal. Un ejemplo de civismo y solidaridad el de quienes les han acompañado en este duro viaje; un ejemplo de grandeza el demostrado por una familia acosada hasta el sadismo, que ha respondido con coraje y serenidad. Personas así hacen grande el país.

Cuatro: Violentos vuelven a explosionar bombas en tierra vasca; el ministro de Defensa español no defrauda: bombardear las Bardenas es «un gasto social». Reventar la sanidad y la educación, destruir el trabajo y extender la miseria son, entonces, estrategia militar.

Cinco: Oportuno apunte de Patxi Zabaleta en el documental «De Txillarre a Aiete»: la unilateralidad da derechos de autor.