Maite SOROA
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

Otra de «unidad»

Tal y como días antes habían anunciado, murió el expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez, y estos días todo -casi- han sido lamentos y alabanzas hacia el difunto. Portadas, editoriales, artículos...

«La Razón», que anteayer envolvía su diario en una enorme rojigualda que ocupaba portada y contraportada para dar las gracias a Suárez, ayer titulaba sobre la imagen del féretro, rodeado por el rey español, parte de su familia, Rajoy y demás representantes institucionales: «España unida por Suárez». Sin embargo, en el interior, bajo la foto del presidente de la Generalitat, saludando al hijo del expresidente fallecido, decía que Artur Mas «sabe de sobra lo que hubiera dicho Suárez», y que «yerran los asesores del presidente de la Generalitat cuando tratan de manipular a favor de su campaña separatista la memoria de un hombre que lo supeditó todo a la idea de una España en la que cupieran todos los ciudadanos en pie de igualdad». Si es cierto que los asesores de Mas pretenden «manipular» la memoria de Suárez a favor de su campaña, servidora está de acuerdo en que yerran. En cuanto a que Suárez supeditó todo a la idea de una España en la que cupieran todos los ciudadanos en pie de igualdad, así será, si «La Razón» lo dice. Pero es evidente que esa España no existe.

«Abc» resumía en portada «el sentir de España» en palabras del Borbón: «Una gran pena». Frase que pasará a la posteridad. El vetusto diario destacaba que Mas «utiliza la despedida a Suárez para arremeter contra Rajoy», y es que era un día para decir lo bien que Suárez -gracias al rey, claro- condujo la transición, lo bien que está la «España unida» y esas cosas.

«El Mundo» estaba encantado con la «masiva» despedida de los españoles a Suárez, lo que le parecía una «Lección de unidad y tolerancia», o de simpatía, o de aburrimiento... En fin. Sin embargo, echaba en cara que «el pasado de Suárez no se corresponde con el homenaje masivo y unánime que está recibiendo su memoria tras su muerte», y decía que «no es cierto que el pueblo español haya apreciado siempre y desde el primer momento la ejecutoria de Suárez. No lo hizo, antes al contrario». Bueno, pero Casimiro, viendo a tanta gente en la despedida, perdonaba al populacho. También Victoria Prego, en el mismo diario, recordaba que «Durante todos esos años sufrió el desdén y hasta la humillación de muchos de los que hoy le elogian». O sea, sé lo que hicisteis el último verano.