Editorial
La Jornada, 2014/8/28
HEMEROTEKA

Gaza: saldos de la barbarie

(...) Hamas podrá no haber conseguido la construcción de un aeropuerto en Gaza y la liberación de prisioneros palestinos, pero el hecho de que haya sobrevivido al más reciente intento de Israel por exterminarla dista mucho de ser la peor derrota posible, como afirmó Netanyahu. En cambio, queda claro que la gran derrotada durante la reciente agresión israelí a Gaza fue la población palestina de esa cárcel al aire libre (...).

Es claro, por otra parte, que los 50 días que duró el más reciente bombardeo a Gaza y a sus habitantes representaron una derrota moral y política para Tel Aviv, que volvió a evidenciarse ante el mundo como un régimen que recurre al terrorismo, que atropella la legalidad internacional y los principios y valores humanos básicos,y que no reconoce más ley que la de la fuerza. Particularmente significativas resultaron, durante estas semanas, las muestras de rechazo hacia la conducta de Israel por parte de comunidades judías de todo el mundo (...).

Por su parte, en contraste con el repudio al régimen israelí expresado por amplios sectores de la sociedad civil en todo el mundo, las potencias internacionales y los organismos multinacionales quedaron exhibidos de nueva cuenta como cómplices de la barbarie, por participación o por omisión, en la medida en que se negaron a adoptar medidas severas para contener la atrocidad cometida por Israel: es paradójico que mientras gobiernos como Estados Unidos y organismos como la ONU se escandalizan por las acciones cometidas por el llamado Estado Islámico, al cual acusan de crímenes de lesa humanidad, no hayan hecho otro tanto frente a los atropellos de Tel Aviv contra los pobladores inermes de Gaza.

(...) ha quedado claro, por enésima vez, que el poderío militar del Estado israelí puede causar un sufrimiento humano de proporciones monstruosas y una enorme devastación material, pero no puede poner fin al añejo conflicto en Medio Oriente, y que Tel Aviv ni siquiera puede lograr, por la vía del aplastamiento bélico, la seguridad de los habitantes de Israel. (...)