La comedia feminista se iguala con la comedia machista

Si el objetivo de la actriz Audrey Dana al pasarse a la dirección era conseguir la paridad entre la comedia femenista y la comedia machista no cabe duda de que lo ha conseguido plenamente con «Sous les jupes des filles». No puede haber ya más igualdad, porque ambos tipos de comedia compiten de tú a tú, gracias a que la cineasta debutante se ha quitado los complejos y se expresa con el mismo descaro que sus colegas del otro sexo, y también con idéntica grosería.
Audrey Dana incide en el humor escatológico, a fin de dejar constancia de que las mujeres son seres de carne y hueso, y que están hartas de disimular frente a los hombres sus necesidades más básicas y sus comportamientos más ordinarios, por aquello de que deben mostrarse en público con mayor discreción y finura. Se acabó. Aquí si una de ellas sufre desórdenes intestinales, la banda sonora, lejos de ocultarlo, lo amplifica. El comienzo es muy esclarecedor al respecto, ya que la película se abre con la escena de la colocación de un tampón, mientras los títulos de crédito se desparraman en un rojo sangriento que simboliza el ciclo menstrual. Es el anuncio de un estallido hormonal en plena primavera abierta a una guerra del sexo sin condiciones, ni rendiciones. Como comedia coral que es, «Sous les jupes des filles» reúne a once mujeres que podrían completar la alineación de un equipo de fútbol femenino. Son en cualquier caso demasiadas protagonistas, con sus respectivas tramas paralelas pisándose unas a otras. La que mejor se sigue es la central interpretada por Geraldine Nakache, como una madre de cuatro revoltosos hijos, que áun siendo todavía joven se siente ya muy agobiada; hasta que ve la posibilidad de vivir una nueva y distinta experiencia con la niñera, una lesbiana interpretada por Alice Taglioni junto a la que trata de probar formas de placer para ella desconocidas.
En un sentido opuesto está el personaje de Vanessa Paradis, una ejecutiva agresiva a la que todo el mundo detesta, ya desde los tiempos escolares, tal como revela una escena cargada de tensión y ajustes de cuentas entre mujeres.

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