Jorge Nagore
Diario de Noticias, 2014/12/10
HEMEROTEKA

Mala gente

La Vespino de José Luis es azul. O era, porque hace años que no le veo montado en ella o sí lo hago pero me he acostumbrado tanto a verlo que es como si no le viera, parado al final de la cuesta que baja desde Orbara y Orbaitzeta. La semana pasada sí que le vi, absorto en unos papeles andando por donde la acera del Seminario. (...) José Luis es amigo de todo el valle, creyentes y no. También el cura de Orbaitzeta y también el cura de Orbaitzeta en 1985, cuando uno de los que le habían ayudado como monaguillo, Mikel Zabalza, apareció ahogado en un río. La versión oficial es que se escapó de un ejército de guardia civiles y se ahogó. El sentido común de cualquier persona normal señala que lo mataron torturándolo, algo que se practicó y mucho y que se sigue practicando. Nadie jamás ha logrado encontrar un solo indicio de que Zabalza o las cinco personas a las que arrestaron y torturaron a la vez que a él tuvieran nada que ver con ETA, aunque por si las moscas mucha de la prensa del momento arremetiera duramente contra José Luis por el valiente sermón que pronunció el día del funeral de Zabalza, en el que simplemente pedía justicia y verdad, algo que como ser humano radical y profundamente bueno ha hecho en todos los sentidos y en todas las direcciones y a lo que debería de aspirar una sociedad que no quiere estar siempre enferma. Una enfermedad que en estos 29 años nunca ha tratado de paliar autoridad pública navarra alguna en el caso de Zabalza y su familia, abandonados al fondo de todos los mapas, como insiste aún el PPN en mantener, ya que no ve conveniente que una hermana de Zabalza relate su historia en el Parlamento. La Vespino de José Luis es mucho mejor persona que muchos.