GARA ALMERÍA
Clásica de Almería

Cavendish impide a Lobato dar otro triunfo al Movistar

Romain Sicard fue protagonista de la escapada del día, lo que le valió para ganar las metas volantes

Mark Cavendish aprovechó la ocasión que tradicionalmente brinda a los velocistas la clásica de Almería para lograr ayer la victoria al sprint por delante de Juanjo Lobato y Mark Renshaw, que lanzó a su compañero a la victoria a 150 metros de meta y además pudo acompañarle en la foto del podio final.

A pesar de que se confirmó el pronóstico de llegada al sprint, la prueba resultó más selectiva de lo que podía esperarse y apenas 27 corredores entraron en el primer grupo, en el que Beñat Txoperena (Murias) fue el único vasco que aguantó entre los elegidos. También iba en el primer grupo Ion Izagirre, que en los últimos kilómetros cedió terreno tras ayudar a Juanjo Lobato a preparar el sprint.

Los equipos de los velocistas tuvieron más trabajo de lo esperado porque corredores del nivel de Romain Bardet (Ag2r) y Romain Sicard (Europcar) se colaron en una fuga de salida junto a Benito (Caja Rural-RGA), Van Overberghe (Topsport) y Unai Intziarte (Murias), que no pudo seguir el ritmo de sus compañeros de escapada.

En el primer puerto atacó Bardet, que se marcó la clásica como un test y eso castigó al pelotón más de lo esperado para conseguir la llegada al sprint. Por detrás suyo llegaron Sicard y Benito, que pasaron la principal dificultad de la jornada situada a 60 de meta con una ventaja de tres minutos. Esa subida dejó el pelotón con apenas 58 unidades. Katusha, Etixx y Movistar trabajaron para anular la fuga y el equipo de Cavendish le lanzó a la perfección a la segunda victoria del año tras la del Tour de San Luis.

El de la Isla de Man destacó a su equipo tras su triunfo: «Estuvimos en cabeza desde la salida. Se rompió el pelotón con el viento después de la última subida y Katusha y Movistar nos ayudaron para llegar con el combustible lleno hasta la línea de meta. En el sprint Zdenek Stybar comenzó la línea principal en los últimos 450 metros, entonces Mark Renshaw me lanzó y pude aprovechar su estela hasta 150 de la meta, cuando me fui a por la victoria. Fue perfecto. Estoy súper feliz y orgulloso por la forma en la que el equipo controló la carrera».