Las opciones están claras. Tres aspirantes empatados con tres victorias y una derrota. Si más de uno se alza con la victoria en esta última jornada, decidirá el average, la diferencia entre puntos anotados y encajados. Gales, con +12, es el que peor lo tiene. Irlanda ocupa la segunda plaza con +33, mientras que Inglaterra llega en cabeza con +37.

Los dragones serán los primeros en saltar al césped, en el Olímpico de Roma a las 13.30. Necesitan como mínimo vapulear a Italia por más de 30 puntos de ventaja para mantener la ilusión en el milagro. Precisamente la derrota más abultada de los trasalpinos ha sido por tres decenas de puntos, el 47-17 encajado en Twickenham. La semana pasada, en su feudo, perdieron 0-29 ante Francia.

Un marcador similar tampoco es que sea ninguna garantía para Gales, pero al menos no les dejaría fuera de juego antes de disputarse el siguiente choque.

Warren Gatland solo hará dos cambios, ambos en la primera línea, respecto al XV que doblegó a Irlanda gracias a una defensa numantina, sobre todo en la segunda parte. En esta ocasión los de rojo estarán al otro lado de la trinchera y deberán hacer gala de sus virtudes ofensivas.

El objetivo de Italia pasa por mejorar la paupérrima imagen que ofrecieron la pasada semana ante Francia, donde se mostraron incapaces de anotar punto alguno y cometieron tantos errores en el juego a la mano -pases adelantados y balones caídos al suelo- que más parecía una pachanga de veteranos que aspira a estar en el top 10 mundial.

No estará por lesión su capitán Sergio Parisse, mientras que vuelven el veterano pilier Martin Castrogiovanni -que se ha perdido dos partidos después de que el perro de un amigo le mordiera en la cara-, y el discutido apertura de origen oceánico Kelly Haimona.

Sin levantar el pie

A las 15.30 será el turno de Escocia e Irlanda. Los del cardo se encuentran ante la última oportunidad para esquivar la cuchara de madera, pero el rival no es el más propicio para ello. Si bien los resultados no han acompañado, los caledonios han exhibido el juego más alegre y despreocupado del torneo, quizás en consonancia con la filosofía del que no tiene nada que perder.

No es previsible que hoy cambien de plan, menos aún si es para hacerle un favor a su vecino del sur, Inglaterra. Hace unos años la BBC emitió un divertido anuncio en el que se comprobaba que si algo une al resto de aficiones es su deseo de que los de la rosa muerdan el polvo. Habida cuenta de que Irlanda tampoco puede levantar el pie, cabe esperar un partido animado.

El local Euan Murray disputará su partido internacional número 66, convirtiéndose en el pilier con más choques disputados con la camiseta escocesa.

En los del trébol Joe Schmidt recupera al pilier Cian Healy, mientras que deja fuera de la convocatoria al ala Simon Zebo, titular en los últimos nueve choques, y da una oportunidad a Luke Fitzgerald.

PSA se despide en Londres

El cierre tendrá lugar en Twickenham de la mano de «Le Crunch», el choque de alta tensión entre Inglaterra y Francia (18.00). Los locales contarán con la ventaja de conocer el resultado de sus rivales. Stuart Lancaster solo hará un cambio respecto a su último XV, con la entrada del experimentado Geoff Parling en segunda línea.

Junto a su poderosa delantera con gente como Cole, Lawes, Vunipola o el capitán Robshaw, los de la rosa confiarán nuevamente en la bisagra Youngs-Ford y en el centro Jonathan Joseph, autor de cuatro ensayos en lo que va de campeonato.

Para repetir el título logrado por última vez en 2011 Inglaterra tendrá que superar a las huestes del otro lado del canal, siempre extramotivadas para este enfrentamiento. Francia ya cortó las aspiraciones inglesas el año pasado imponiéndose en París (26-24).

El técnico galo, Philippe Saint-André (PSA), confesó el lunes que ya tiene asumido que este será muy posiblemente su último Seis Naciones. Su contrato finaliza al término del próximo Mundial y ni los resultados ni el juego han sido satisfactorios. Solo un milagro en la Copa del Mundo le salvaría de la quema. O quizá ni eso.

Lo cierto es que Francia tampoco tiene suerte con las lesiones. Los medios de melé han ido cayendo uno detrás de otro y para este partido pierde al apertura Camille López por una lesión en la rodilla. Por si fuera poco, con bronca entre los servicios médicos de la selección y los de Clermont, su club, que no coinciden en el diagnóstico.

Su puesto lo ocupará Jules Plisson, mientras que con el 9 lo portará Sébastien Tillous-Borde. Es la décimosexta bisagra (medio melé + apertura) diferente que emplea Saint-André en sus tres años como seleccionador.

Se da la circunstancia de que matemáticamente Francia tiene opciones de ganar el torneo con una carambola que se paga a precio de oro en las casas de apuestas. Necesita ganar a Inglaterra por al menos 8 puntos y que tanto Gales como Irlanda pierdan. «Rien ne va plus», que diría un croupier.