En defensa de los proyectos de ley de IRPF, Sociedades, Patrimonio y Transmisiones, la vicepresidenta Lourdes Goicoechea ha dicho que se ha concebido como «motor de la economía» y para la «estabilidad de las cuentas públicas», al tiempo que ha afirmado que es un sistema que beneficia más a las rentas bajas aunque rebaja la fiscalidad a todos los contribuyentes.

Ha lamentado por ello que desde un principio la oposición haya rechazado la iniciativa y cuestionado unas «criticas con poca base, sustentada en tópicos y sin alternativas».

Por el contrario, para Juan José Lizarbe (PSN) esta reforma es «copia» de la estatal con la que pagarán «menos que ahora los que más ganan y los demás se quedarán igual», lo que supone «menos recursos públicos» para «los que tienen más necesidad».

Ha destacado así que «no mejora la equidad ni la progresividad», que se dejan de recaudar 71 millones en beneficio de las rentas altas mientras «racanean con la renta básica y niegan ayudas de subsistencia», por lo que ha asegurado que «esta reforma no se ha hecho pensando en los ciudadanos sino en los votos».

Para Bildu, ha indicado Maiorga Ramírez, hay que compararse con Europa para ver que Nafarroa está en presión fiscal por debajo de la media cuando «todo el mundo sabe que hay una relación directa entre la presión fiscal y la calidad de los servicios públicos, que se están deteriorando con el Gobierno de UPN».

Ha calificado por ello de «auténticamente irresponsable en estos momentos» plantear una merma de recaudación por una rebaja fiscal de la que «salen directamente beneficiadas» las «rentas más altas», que es a las que UPN «quiere favorecer porque cree que es a las que representa».

Juan Carlos Longás, de Aralar, ha apuntado que la reforma propuesta por el Gobierno es «inoportuna» y «contraproducente» ya que «favorece el aumento de las desigualdades, aboca a nuevos recortes y agrava la situación».

Tras precisar que rentas de 400.000 euros tendrían una rebaja del 13% y sueldos mileuristas «no se iban a enterar», Longás ha pedido «cuidado» al gabinete de Barcina porque los ingresos públicos de Nafarroa «corren riesgo» a la vista de la situación económica de Alemania y el Estado francés.

Por I-E José Miguel Nuin ha señalado también que este no es el momento más oportuno para perder ingresos públicos mediante «privilegios fiscales» que «favorecen a unos cuantos por encima de las necesidades de la sociedad navarra. Algo inasumible».

Desde Geroa, Bai Manu Aierdi ha subrayado que su partido sí ha propuesto una reforma alternativa porque la del Gobierno es «inasumible» cuando se hace «beneficiando más a quien más gana en un momento en el que se requieren servicios públicos para la cohesión social y fondos para la reactivación».

En apoyo del Gobierno, el portavoz de UPN, Carlos García Adanero, ha insistido en que, «por primera vez en la historia, los ciudadanos de Navarra van a pagar más impuestos que los contribuyentes del resto de España. Eso es lo que va a suponer, que se sepa».

Y ha defendido que «el objetivo de tratar bien a los ciudadanos de esta comunidad era ser competitivos aprovechando el autogobierno» pero «es que igual ahí radica el problema», ha dicho, y ha destacado que «ya está bien de torpedear» y «de tanta demagogia».

En la misma línea, Ana Beltrán, del PP, ha considerado que dejar a Nafarroa sin reforma fiscal es «una decisión injusta y contraria a los intereses generales de esta comunidad».