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París

La caja negra llega a París y comienza a ser analizada por los investigadores

La caja negra del avión Airbus A320 de la compañía Germanwings que se estrelló ayer en los Alpes franceses ha llegado esta mañana a París, donde ya ha comenzado a ser analizada por la Oficina de Investigaciones y Análisis para la seguridad de la aviación civil.

Equipos de rescate, entre restos del avión siniestrado. (Denis BOIS / AFP)
Equipos de rescate, entre restos del avión siniestrado. (Denis BOIS / AFP)

El secretario de Estado francés de Transportes, Alain Vidalies, ha explicado en declaraciones a la emisora ‘Europe 1’ que la caja será probablemente evaluada en dos fases: «Si hay voces humanas, muy rápidamente. Luego se trata de analizar los ruidos, eso puede requerir varias semanas».

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, había asegurado previamente que la caja negra está dañada pero que será posible analizarla.

Según Vidalies, aunque no haya conversaciones en la última media hora, se podrán estudiar los sonidos registrados en la cabina, pero ese es un proceso «mucho más preciso y más largo» que puede tomar «semanas o meses».

El responsable insistió en que todas las hipótesis siguen abiertas, incluida la de un atentado, aunque sí se ha descartado que el aparato explotase en pleno vuelo.

«Tenemos un descenso durante ocho minutos en silencio, ese es uno de los misterios. A las 10.31 se produjo el último contacto. No es un descenso muy rápido, sino casi normal», ha explicado Vidalies.

Recuperación de cuerpos y segunda caja negra

Las autoridades francesas descartan «casi por completo» poder recuperar hoy cuerpos de los fallecidos y dan prioridad a obtener información sobre las causas del accidente. «La prioridad ahora es la búsqueda de indicios y, en ese sentido, es importante encontrar la segunda caja negra».

Así lo ha indicado a un grupo de periodistas el coordinador del dispositivo de helicópteros, Xabier Roy, quien ha agregado que se está trasladando al lugar del accidente a médicos forenses para constatar los fallecimientos, aunque la identificación se hará posteriormente.

Roy ha comentado que las condiciones en el lugar son «más difíciles» que ayer a causa de la lluvia que ha caído esta noche, lo que convierte el escarpado terreno en resbaladizo.

La zona está vedada al vuelo, incluido el de drones, y también se vigilan los accesos por otros medios. «Lo más sorprendente del lugar de los hechos es que prácticamente no hay nada. Uno espera encontrar un motor, una parte grande del avión, pero lo más grande que se ve es del tamaño de la carrocería de un coche», ha explicado.