Álvarez ha comparecido ante la comisión parlamentaria de Desarrollo Económico para explicar la situación en la que se encuentra la plantilla de la empresa, tras el anuncio de un expediente de despido colectivo para 250 de los 620 trabajadores de la planta de Landaben.

La comparecencia ha estado precedida por una marcha que se ha iniciado frente a las instalaciones de la fábrica y ha finalizado frente al Parlamento foral después de recorrer diferentes calles tras una pancarta en la que se leía «quieren arruinar a 620 familias, ZF TRW en huelga».

Durante la marcha, que ha coincidido con una nueva jornada de paros parciales, de cuatro horas por turno, los trabajadores han tocado silbatos y gritado consignas para llamar la atención sobre su situación.

Ya en la puerta del Legislativo foral, la presidenta, Ainhoa Aznárez, y parlamentarios de diferentes partidos han recibido a los trabajadores, cuyo comité ha accedido con ellos al interior del edificio para comparecer ante la comisión, en la que Álvarez ha afirmado que «en el plan industrial se garantizaba el trabajo para más de 200 personas durante más de diez años» y solo se ha cumplido durante tres años.

«Se ha traído un experto liquidador»

El presidente del comité de empresa ha advertido que a día de hoy, la situación es «bastante peor», ya que «se ha cambiado el modelo de negociación y se ha traído un experto liquidador».

«Lo primero que ha propuesto es un expediente de 250 personas y nueve días menos de vacaciones», ha señalado Álvarez, que ha afirmado que ya se ha solicitado una petición de retirada del expediente y la necesidad de una negociación.

«Están jugando con los números, y estamos a falta de mucha información, los datos no están claros», ha denunciado el presidente del comité, que ha asegurado que «nadie negociaría con esto encima de la mesa». «Dicen que han hecho todo lo posible, que la solución son 250 despidos y un convenio que, a los que se quedan, no garantiza ningún tipo de futuro», ha lamentado.

También ha subrayado que es una «injusticia clarísima» y que son «argumentos de una multinacional para hacer con cualquier empresa lo que quiere». «Se están inventado números para que la plantilla quedemos como los malos», ha advertido Álvarez, que ha apostado por «firmar condiciones laborales en un marco de negociación normalizado».

«Pedimos que se hable con ZF Europa, a ver si entran en razón –ha solicitado–, ya que se supone que ha comprado TRW y funciona de manera diferente». También ha propuesto que la reivindicación «llegue al ministro de Industria» para que se denuncien «estas actividades en el Parlamento europeo». «Pedimos una reforma de las subvenciones ligadas al empleo, y que Volkswagen sea parte activa en la resolución del problema», ha afirmado.

Manifestación el sábado en Iruñea

Además, ha solicitado «respaldo jurídico para afrontar el expediente de extinción puesto encima de la mesa de esta manera tan injusta», y que el Gobierno de Nafarroa apoye la manifestación convocada para el próximo sábado, día 30, en Iruñea.

Todos los grupos parlamentarios han mostrado su apoyo y solidaridad hacia la planta, así como su «máxima preocupación» por la «inaceptable decisión empresarial», y han coincidido en calificar de «positiva» la «unanimidad que se está demostrando ante este tema».

Oposición y cuatripartito han mostrado su total apoyo al Gobierno de Nafarroa «para que pueda tener conversaciones con ZF» y para que «lleve actuaciones suficientes para revertir la situación».

Asimismo, han coincidido en señalar que todas las fuerzas políticas se encuentran «en el mismo barco» y «remando en la misma dirección», y han denunciado que «no se puede jugar con 250 personas de la forma en la que se está haciendo».