A su llegada al Parlamento navarro, y antes de que Podemos aclarara que no ha sido expulsada sino suspendida de militancia, Laura Pérez ha negado haber incumplido el código ético de su formación. «No es cierto que yo no cumpla con el código ético. Que se me diga en qué aspectos se infringe, y desde luego tengo la conciencia muy tranquila», ha respondido Pérez, que ha anunciado que seguirá estando en el grupo parlamentario «porque la expulsión no ha sido en firme». 

Tras señalar que no valorará «ningún tipo de decisión» hasta entonces, ha advertido de que «expulsión cautelar es un oxímoron». «O se me suspende cautelarmente de militancia, o se me expulsa definitivamente tras un proceso en el que se me haya dado el derecho de defensa. No ha sido el caso, tengo que estudiar esa denuncia».

Según ha matizado, «lo que sí se ha decidido cautelarmente» es que «no pueda ejercer de portavoz en ninguna comisión ni como parlamentaria», ha reconocido. Al respecto, ha precisado que «habrá que analizar si debo recurrir o no esa medida cautelar», hecho que ha considerado que es «una clara y flagrante vulneración» de su ejercicio como parlamentaria y del mandato popular que ha de cumplir.

«Me lo voy a tomar con mucha calma porque creo que no debo perder el tiempo en este tipo de cuestiones», ha aseverado Pérez, al ser preguntada sobre los siguientes pasos que piensa realizar. En cuanto a la salud de la formación morada, ha subrayado que «el descontento a nivel interno es palpable desde hace un tiempo», de hecho, «desde que no se respeta la democracia interna del partido».