Arnaitz GORRITI

Delteco Gipuzkoa Basket rubrica su regreso a la élite por todo lo alto

Delteco Gipuzkoa Basket ha conseguido llegar al final de la Liga ACB con la salvación asegurada y el respeto ganado por los rivales, con el mérito añadido de sumar sus últimos triunfos con Henk Norel de baja. Un objetivo larvado en verano y logrado en cada sesión preparatoria.

Mi objetivo es llegar a las doce victorias, y no permitiré que nadie se relaje hasta conseguirlas». Como si de un mantra se tratara, Porfi Fisac repetía esta frase después de cada victoria, o después de cada reconocimiento –no sin cierto tono paternalista– por parte de los rivales. Delteco Gipuzkoa Basket ha firmado dos años de ensueño, en el sentido de que ha vuelto del infierno de la LEB Oro en un solo año y ha logrado consolidarse en la Liga ACB como un equipo serio, compuesto por unos pocos jugadores desequilibrantes y un tropel de serios guerrilleros, con el inefable Porfi Fisac al mando. Un experimento que pudo haber salido mal, pero que ha resultado mejor de lo esperado.

«Es una temporada de sobresaliente, con jugadores desconocidos pero con gran calidad. Se han ganado la permanencia a pulso desde el primer día. Hemos logrado algo realmente histórico», indicaba Porfi Fisac después de la derrota por 87-75 en la última jornada liguera en la pista del Real Madrid. Una derrota bastante más dulce, por cuanto que llegaba tras haber competido a pesar de las limitaciones físicas –ausencia de Norel, molestias de Clark, Chery y Agbelese– y el concurso de canteranos como Gaika Maiza y Jon Urtxulutegi, después de que un día antes se certificara de forma matemática la permanencia donostiarra, tras la victoria del Obradoiro sobre Bilbao Basket. Pero no fue el triple ganador de Albert Sàbat lo que selló las 12 victorias guipuzcoanas; la calamitosa campaña de Betis, Bilbao Basket o Tecnyconta Zaragoza no ha restado ningún mérito al gran trabajo de Fisac y sus muchachos, que hace dos años caían a la Liga LEB Oro, en una pesadilla de la que ahora bien poco se cuerda nadie, aunque nadie debiera olvidarlo.

El talón de Aquiles de Illunbe

Henk Norel pudo haber aterrizado en plazas como Bilbao Basket, pero decidía dejarse caer por Donostia, en parte porque su historial de lesiones, con las rodillas muy castigadas, le impide prácticamente jugar con garantías cada tres días. En el seno de GBC el holandés alcanzaba dos metas: ser el principal referente interior y disputar solo un partido a la semana. «Vamos trabajar y seguro que daremos alguna sorpresa», dijo el día de su presentación. Fue premonitorio.

El propio Norel es el segundo mejor valorado de la ACB, solo por detrás de Shengelia, el décimo mejor anotador, con 13,9 puntos de media, y el mejor reboteador con 6,73 rechaces de promedio. Nadie dudaba del neerlandés, pero sí se dudaba de sus compañeros. Por eso el último tramo de Gipuzkoa Basket ha despejado todas las dudas sobre el buen hacer de sus miembros, ya que ha debido de dar la cara con la ausencia de su jugador más referencial. Kenny Chery es la principal revelación de la Liga ACB, después de llegar de Sevilla a precio de saldo; Clark y Dani Pérez al fin han dado continuidad a su talento; Van Lacke y Swing han tenido apariciones clave para amarrar la salvación. Más que nunca, el equipo funcionó como tal.

Centrados solo en los cinco partidos sin Norel, Gipuzkoa Basket ha sumado dos victorias, y dos de las tres derrotas han llegado en las pistas de Barça y Real Madrid, al tiempo que la derrota ante Burgos en Illunbe evidencia el talón de Aquiles del equipo.

Con menos de 4.000 espectadores de media en Illunbe, las peores derrotas donostiarras han llegado en casa; cuatro de las cinco por cinco puntos o menos han caído en el Donostia Arena, ante rivales asequibles como UCAM Murcia, Andorra, Bilbao Basket o Tecnyconta Zaragoza; tres de las cuatro victorias por cinco puntos o menos han llegado a domicilio: Miribilla, Santiago y Tenerife. ¿Hasta dónde hubiera llegado si Illunbe hubiera sido un factor ambiental?

Ahora restan las visitas a Andorra y Fuenlabrada, y recibir a la Penya a modo de fin de fiesta, para así cerrar una temporada en la que, por todo lo alto, GBC volvió a la élite.

 

Seis jugadores con contrato y opción de hacerse con gente de más caché

De cara a la temporada 2018/19, Delteco Gipuzkoa Basket cuenta con seis jugadores con contrato, entre ellos Henk Norel y Dani Pérez, automáticamente renovados tras cosechar la permanencia, más Miquel Salvó, Joan Pardina, Gaizka Maiza y Xabi Oroz.

Huelga decir que jugadores como Chery o el propio Clark, entre otros, tendrán ofertas que difícilmente podrá igualar el club donostiarra, pero también es cierto que, entre la entrada de Delteco y la mejoría de las arcas de GBC, el caché de los futuros fichajes no será tan exageradamente limitado como el que ha sido este verano. En todo caso, Porfi Fisac y los suyos deberán mantener afilado su ojo a la hora de hacerse con los refuerzos, porque huelga decir que los veranos de pleno de aciertos y las salvaciones sin refuerzos intermedios son los menos. Es el siguiente paso de la evolución de Gipuzkoa Basket.A. G.