
Vaya encuentro de infarto. Alemania ha resucitado, cuando ya estaba con pie y medio en el otro barrio, gracias a un gol marcado cuando restaban veinte segundos para cumplirse los 5 minutos de prolongación.
Pero vayamos al principio. La Mannschaft afrontaba este duelo con urgencias, tras caer ante México en la ronda inicial. Los de Joachim Low han puesto desde el minuto uno cerco a la portería sueca.
Los nórdicos, atrincherados, esperaban su ocasión a la contra. Ha avisado con un remate de Berg que ha sacado Neuer, pero poco más tarde, tras un error de Kroos, el que ha atinado ha sido Toivonen con una preciosa maniobra, bajándola con el pecho para ponerla suavecita por encima del portero (0-1, 32).
La derrota ponía a Alemania rumbo a casa. El seleccionador germano ha movido piezas en el descanso y pronto ha llegado el empate en un remate de Reus con la rodilla (1-1, 48). El punto daba esperanzas más matemáticas que reales, ya que todo el mundo era consciente de que un empate en el México-Suecia de la última jornada daba el pase a ambas selecciones, y que por tanto ninguna iba a arriesgar lo más mínimo.
Así que Alemania ha seguido a tumba abierta, jugándosela a cara o cruz. Incluso cuando se ha quedado con 10 por la doble amarilla a Boateng. Primero han tenido un remate al palo, y ya en el 94.40, Kroos ha sacado una falta lateral en corto para ganar algo de ángulo, se le ha devuelto un compañero y el madridista la ha puesto lejos del meta sueco (2-1).
Quien más quien menos ha recordado eso de «once contra once y siempre gana Alemania». E incluso diez contra once. Página especial de NAIZ.

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