La línea del partido es continuista. Sigue los políticos que más se han destacado estos cuatro años cuando, casi de milagro, Nafarroa dio un vuelco histórico dejando fuera a las dos grandes fuerzas del Estado español UPN (el clon del PP) y PSN. A la espalda de la propia Ruiz aparecían Adolfo Araiz, Arantxa Izurdiaga, Miren Zabaleta, Patricia Perales, Maiorga Ramírez y Patxi Zamora, entre otros. También alcaldes como Koldo Leoz (Lizarra), Oihaneder Indakoetxea (Barañain), Arturo Goldarazena (Tafalla) o Eneka Maiz (Etxarri).

Ruiz dijo que los 47.000 votos de las generales españolas les han colocado en una posición de fuerza para «seguir dando pasos para profundizar en el cambio y que es cambio salga fortalecido y reforzado». EH Bildu juega en estas elecciones con las cartas al descubierto y no esconde, como tan habitual es, su política de alianzas. Quiere reeditar el cambio con los mismos socios.

«Hace cuatro años las fuerzas del cambio fuimos capaces de ganar, de superar a las fuerzas del régimen en las urnas», ha señalado la candidata a lehendakari. Dice que estos cuatro años han servido para «resquebrajar el Régimen». Pero que todavía no está roto. El logro fue mérito de «miles de ciudadanos y ciudadanas que durante muchos años han conseguido colorear la Navarra gris que nos han querido construir, que han participado en luchas como la feminista, la de los pensionistas, la de las jóvenes o la de los trabajadores».

EH Bildu alerta de lo de siempre. De que el PSN no es de fiar y que hay que empujar para que se queden otra vez fuera los que «pretenden hacer creer que ahora son progresistas pese a que se han dedicado estos 4 años a sabotear el cambio e ir de la mano de la derecha». La pelea, por tanto, sigue estando en el binomio «Régimen frente a Cambio».