Imanol Intziarte

Lobete pone la guinda a la fiesta con un gol en inferioridad que vale por un liderato

Un tanto del lezotarra Julen Lobete en el minuto 90 ha dado a la Real la victoria frente a un Mallorca que ha jugado con uno más durante medio partido por la expulsión de Aihen Muñoz. La familia blanquiazul ha celebrado el título de Copa con el equipo en lo más alto de la tabla.

Julen Lobete, eufórico, celebra el gol de la victoria. (Gorka RUBIO / FOKU)
Julen Lobete, eufórico, celebra el gol de la victoria. (Gorka RUBIO / FOKU)

Parecía que se iba a cumplir esa leyenda que asegura que la Real no gana si en los prolegómenos del partido hay algún ‘sarao’. Pero no, esta Real, la de Imanol Alguacil, se ríe de las maldiciones, y a pesar de sufrir otra vez lo que no está en los escritos y jugar con uno menos durante 45 minutos, ha vuelto a demostrar que sabe competir, con mayúsculas, y ha encontrado su premio en el 90.

Premio a la fe, premio al sacrificio y premio a una cantera maravillosa, personificada este sábado de octubre en la figura de Julen Lobete.

La noche arrancaba con aires de celebración. La Real aprovechaba el primer partido sin límite de aforo para ofrecer la Copa a la afición. Un acto sencillo con un mosaico blanquiazul gigante en la grada y plantilla y técnicos en el centro del campo saludando con el trofeo.

Pero esa fiesta ha terminado en cuanto el balón ha echado a rodar. El Mallorca tenía claro que su plan pasaba por no dejar jugar a la Real, los donostiarras no han eludido el combate físico y el árbitro dejaba hacer.

El gran damnificado ha sido Aihen Muñoz. Como en el juego de ‘la patata caliente’, al navarro le ha estallado la primera amarilla en las manos, cuando la jugada ya sumaba varias tarascadas sancionables como falta.

Fuera de las trincheras, poco que llevarse a la boca. Robert Navarro ha disparado alto en el 16 tras jugada de Januzaj, pero en un duelo tan cerrado la llave maestra suele estar en las jugadas a balón parado. Reina ha sacado un remate de Merino en un corner, e Isak la ha mandado a la red pero el tanto ha sido bien anulado por fuera de juego.

Roja y pitada

Y cuando ya quien más quien menos pensaba dónde iba a comerse el bocadillo, Aihen ha llegado a un balón dividido más tarde que el jugador bermellón y el colegiado no ha dudado ni un segundo en sacarle la segunda amarilla. La Real se quedaba con diez mientras González Fuertes escuchaba una pitada memorable.

El asturiano, de esos que llevan la etiqueta de ‘dejan jugar’, ha exasperado a la parroquia local desde el minuto 1 hasta el 90 al no pitar faltas que parecían evidentes.

Imanol ha reajustado piezas en el descanso para conformar un 4-41, quitando a Navarro para que Gorosabel ocupara el hueco dejado por Aihen, mientras que Zubimendi sustituía a Guevara.

El Mallorca aprovechaba su superioridad para tratar de generar peligro, aunque con escasa fortuna. En el 53 ha marcado Ángel en una buena maniobra, pero el gol ha sido anulado por ayudarse con la mano en el control.

Con el correr de los minutos la Real se veía encerrada en su campo y trataba de cazar alguna contra –han salido Lobete y Sorloth por Januzaj e Isak–, mientras el Mallorca acaparaba posesión pero no lograba encontrar la salida del laberinto hacia la meta de Remiro, que sigue sin encajar en Anoeta y ya son cinco partidos.

Y cuando se daba por bueno el punto, el canterano Lobete ha controlado un balón en el área, ha recortado y su disparo ha golpeado en un defensa, despistando a Reina y alojándose en la red (1-0, m.90). Anoeta se caía, sus cimientos temblaban, la locura. Datos del partido y estadísticas