Las Fuerzas Armadas de Rusia han asegurado hoy haber destruido equipos e instalaciones militares de Ucrania principalmente en el este y el sur del país en la última jornada, donde ahora centran la ofensiva iniciada hace 47 días.

El portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, ha señalado en su parte militar matutino que, durante la noche, misiles de alta precisión lanzados desde el aire cerca de la localidad de Velika Novosilka, en la región de Donetsk, destruyeron la base de reparación de armas y equipos militares de las fuerzas de defensa aérea de Ucrania.

Konashenkov ha señalado además que, como resultado de ataques de alta precisión en las áreas de las localidades de Vozdvizhenka e Ivanovka, en la misma región, se eliminaron nueve tanques, cinco cañones autopropulsados ​​2S3 Acacia y cinco sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple BM-21 Grad.

Los sistemas de defensa aérea rusos habrían derribado asimismo dos aviones Su-25 ucranianos en el aire cerca de la ciudad de Izium, en la región de Járkov y controlada por las tropas rusas, clave para su avance hacia las zonas de Donbass controladas por el Ejército ucraniano.

En la misma región, las fuerzas rusas han destruido tres drones.

En el sur, Rusia ha eliminado un vehículo no tripulado del tipo Valquiria, en el oblast de Mykoláiv.

Además, en las áreas de Mykolaiv y Zhovtneve, se destruyeron dos depósitos de municiones, y en el área de Uspenivka, un radar para iluminación y guía del sistema de misiles antiaéreos S-300.

También en el sur, en la región de Jersón, las tropas rusas derribaron un helicóptero militar ucraniano Mi-24.

A su vez, el domingo misiles Kalibr de alta precisión lanzados desde el mar hacia las afueras de la ciudad de Dnipró, en el centro, destruyeron el equipo de la división de misiles antiaéreos S-300, que se suministró a Kiev de uno de los países europeos, ha indicado Konashenkov.

Puerto de Mariupol

Por otro lado, Rusia ha declarado la «alerta terrorista» en el norte de la península de Crimea y en otras cuatro regiones del sur del país, tres de ellas limítrofes con Ucrania, escenario de una campaña militar rusa desde el 24 de febrero.

El nivel «amarillo» de alerta ha entrado en vigor a las 20.00 de la tarde de este lunes y estará vigente durante dos semanas, según las autoridades locales.

Durante ese tiempo las fuerzas de seguridad y los servicios secretos intensificarán sus patrullas, mientras se recomienda a la población que sea «más cauta» y que informe a la Policía sobre la mínima sospecha.

El líder de Donetsk, Denis Pushilin, ha anunciado la intensificación de la «operación de liberación» del Donbass, al tiempo que ha asegurado que sus milicias han tomado este lunes el puerto de la estratégica ciudad de Mariupol, en el mar de Azov.

«Respecto al puerto de Mariupol, está ahora bajo nuestro control», ha declarado Pushilin al primer canal de la televisión pública rusa.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha asegurado que su país se está preparando para la ofensiva final de Rusia en el este del país, por lo que ha insistido en pedir a los países occidentales que suministren armamento a Kiev lo antes posible. 

Seis muertos en Jarkov, según Kiev

Por otra parte, al menos seis personas han sido encontradas muertas y otras dos heridas en la región de Jarkov, «todas víctimas de los últimos ataques del ejército ruso en esa zona del este de Ucrania», ha anunciado este lunes el Servicio de Emergencia ucraniano.

En total, los servicios de rescate han realizado en las últimas 24 horas 61 salidas operativas, de las que 55 se realizaron para apagar los graves incendios que provocan los bombardeos en la zona.

Estos incendios han afectado a áreas urbanas y destruyeron numerosos edificios residenciales, casas particulares, garajes y coches, almacenes y establecimientos de productos alimenticios, entre otros, según informa el diario ucraniano Pravda.

El mayor incendio se ha producido esta mañana en un edificio de almacenes en el distrito de Kiev de la ciudad de Jarkov. El área afectada por el fuego ha llegado a los mil metros cuadrados. En él no se han producido víctimas.

La región de Járkov está siendo objeto de fuertes bombardeos desde el comienzo de la invasión rusa, que se inició el pasado 24 de febrero.