Martxelo Diaz
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Un pequeño Valle de los Caídos en el cementerio donostiarra de Polloe

Tal y como sucedió en el Valle de los Caídos, en el mausoleo franquista del cementerio de Polloe, en Donostia, hay 17 cuerpos de represaliados socialistas, comunistas y anarquistas, según ha revelado un estudio de Aranzadi que ha sido dado a conocer por el Ayuntamiento de Donostia.

El mausoleo franquista de Polloe.
El mausoleo franquista de Polloe. (Gorka Rubio | Foku)

El franquismo, al levantar el Monumento a los Caídos, no enterró solo a muertos del bando fascista, sino que llevaron a Cualgamuros los cuerpos de miles de comunistas, anarquistas, socialistas, republicanos y abertzales generalmente sin que sus allegados tuvieran noticia de ello. La recuperación de estos restos ha supuesto la lucha de años y todavía no ha concluido.

La misma práctica que se llevó a cabo en el Valle de los Caídos, se hizo también en el mausoleo dedicado «a los caídos por Dios y por España» que se encuentra en el cementerio de Polloe, en Donostia, según han revelado el alcalde Eneko Goia y la concejal de Igualdad y Derechos Sociales, Ane Oyarbide, y Javier Buces, de Aranzadi, al dar a conocer un informe elaborado por la Sociedad de Ciencias al respecto.

La sospecha de que junto a los muertos entre las tropas franquistas se encontraban sepultados milicianos del PCE, la CNT y la UGT e  integrantes de las Milicias Populares no es nuevo. Así lo señaló el historiador Iñaki Egaña en ‘Irutxuloko Hitza’ en octubre de 2020.

Según estas primeras informaciones son 17 los cuerpos de represaliados que se encuentran enterrados en el mausoleo franquista de Polloe, aunque podrían ser otros catorce los que se hallan en esta fosa. Sus identidades y datos pueden consultarse en la web donostia1936.eus/eu

Identidades

Se trata de Pedro Arriola San Pedro, natural de Eibar e integrantes de las Milicias Populares; Severiano Asarta Imaz, del PCE; Narciso de Santos Herrero, natural de Pinarejos (Segovia), vecino de Donostia y de la CNT; Lorenzo Echarri Isasa, natural de Donostia, vecino de Bilbo y del PCE; Marcos Galluralde (o Gallarralde) Elejalde, natural de Marañon (Nafarroa), vecino de Bilbo y de la CNT; Camilo Ibáñez Azcoaga, natural de Gasteiz, vecino de Arrasate y de la UGT; Manuel Inoriza Sagarminaga, natural y vecino de Galdames y del PCE; Francisco Irazabal Saéz, natutal de Gasteiz, vecino de Bilbo y de la UGT; Álvaro Izurza (o Izuro) Pascual, natural de Iruñea, vecino de Bilbo y de la CNT; José Lage Iza, natural de Guitiriz (Lugo), vecino de Donostia y de las Milicias Populares; Luis Larrea López de Ipiña, natural de Gasteiz, vecino de Bilbo y de la UGT; Ambrosio Narvaiza Sarasqueta, natural y vecino de Eibar y de las Milicias Populares; Pedro Olmedo Paumero, natural y vecino de Arrasate y de las Milicias Populares; Clemento Queipo, natural y vecino de A Coruña; Eusebio Serrano Álvarez, natural de Palencia, vecino de Balmaseda y de la CNT; Benito Uranga Balanzategui, vecino de Arrasate e integrante de las Milicias Populares; y Eloy Zufiaurre García, natural y vecino de Altsasu e integrante de las Milicias Populares.

Según ha explicado Buces, todos ellos murieron en combate en la defensa antifascista de Donostia tras el levamiento del cuartel de Loiola entre el 22 y el 24 de julio de 1936. Acudieron a la capital guipuzcoana principalmente de localidades como Eibar, Arrasate, Bilbo y Altsasu y su militancia era anarquista, comunista y socialista, junto a integrantes de las Milicias Populares.

Buces ha añadido que tras el análisis de la documentación, se descubrió que en febrero de 1939 se procedió a construir el mausoleo, haciéndose un llamamamiento a los familiares de los sublevados muertos a que trasladasen sus restos a la tumba de nueva creación. Hasta entonces, se encontaban en fosas en otros puntos del cementerio.

Entre 1958 y 1963 existe documentación en la que el Gobierno español se dirige al Ayuntamiento de Donostia para que trasladase los restos de sublevados desde los cementerios de Polloe, Igeldo, Altza y Astigarraga al Valle de los Caídos. Desde Polloe no se trasladaron cuerpos tras constatar que estaban enterrados en «colectividad y que eran de difícil individualización». Sí que se trasladaron cuatro cuerpos desde el cementerio de Altza a Cuelgamuros.

Se estima que los cuerpos fueron trasladados al mausoleo franquista de Polloe en julio de 1940.

Aquí sí que aparecen los nombres de 121 personas que están enterrados en el mausoleo franquista. Buces ha explicado que tras realizar un cotejo de esta lista, se ha conseguido determinar que al menos 17 de ellos no eran sublevados sino resistentes antifascistas muertos en la defensa de Donostia. Junto a ello, existen dudas sobre otros catorce cuerpos, de los que no se tiene constancia de su adscripción a grupos antifascistas y que murieron en combate entre el 22 de julio y el 23 de agosto de 1936. En cualquier caso, sus perfiles parecen no corresponderse a los de sublevados.

Se trata de Pedro Aramendia Laca, natural y vecino de Donostia; Manuel Arconilla Vega, natural y vecino de Madrid; Manuel Báez Machuca, natural de Estepa (Sevilla) y vecino de Donostia; una persona de apellido Etura; Juan Herren Aller; Santos López Pinto; Rogelio Miranda; Juan Ortiz de Zárate Urbina, natural de Haro (La Rioja); Rodrigo Pérez Santamaría, natural y vecino de Getxo; Pedro Samper; Fernando San Saturnino Torre (o Torres), natural de Basauri; Cesáreo San Sebastián Zubiarrain, natural de Donostia y vecino de Bilbo; Julián Sánchez Sola, vecino de Bilbo; y Luis Tapia.

La edil de Elkarrekin Podemos Haizea Garay ha destado en Twitter que el primero de esta lista era militante del PCE y ha lamentado que no se haya tenido en cuenta a organizaciones memorialistas.

Buces ha explicado que es extremadamente inusual que en los mausoleos de exaltación franquista que se levantaron en los cementerios convivan cuerpos de los dos bandos. A la hora de intentar buscar una explicación, ha señalado que puede deberse a la practicidad y que el conserje trasladó al mausoleo los cuerpos de todos los muertos en combate en el verano de 1936 sin atender a su filiación o a mero desconocimiento.

(El alcalde Goia, la concejala Oyarbide y Javi Buces, de Aranzadi. Foto: Andoni Canellada | Foku)

Una placa fascista

En el mausoleo, en el que destaca la inscripción «A la memoria de los asesinados por defender sus ideales, de Dios y España. Una oración por sus almas», se han registrado actos de homenaje llevados a cabo por miembros de la Guardia Civil y el Ejército español como denunció en el Senado en 2018 Jon Iñarritu (EH Bildu).

Precisamente, esta inscripción y la evidencia de que no cumplía con los requisitos de la Ley de Memoria Histórica ha sido el detonante de la puesta en marcha de la investigación de Aranzadi, según ha explicado Goia. A partir de ahora, según ha avanzado se procederá a retirar la placa y posteriormente se decidirá, tras consultarlo con los grupos, si se lleva a cabo una acción de resignificación. El alcalde ha destacado que el mausoleo es de titularidad municipal, por lo que se prevé que las actuaciones se realizarán de manera rápida.

Llamamiento a los familiares

Buces ha explicado que no han podido contactar con ningún familiar de los milicianos antifascistas enterrados en el mausoleo franquista de Polloe, pero que este es, precisamente, uno de sus objetivos. Desde el Ayuntamiento se hace un llamamiento a ponerse en contacto a través del correo electrónico Giza_Eskubideak@donostia.eus o el teléfono 943481975.

EH Bildu

EH Bildu ha subrayado la importancia del estudio presentado hoy por Aranzadi y ha destacado que se ha realizada gracias a «una iniciativa institucional presentada, defendida e impulsada» por este grupo municipal, al igual que sucedió con la conmemoración del 80 aniversario de la matanza de trabajadores de Ategorrieta frente «a la pasividad del Gobierno de Eneko Goia a la hora de abordar el tema de la memoria histórica en nuestra ciudad».