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Vuelta a las aulas sin restricciones ligadas al protocolo anticovid en Ipar Euskal Herria

Los ministerios de Educación y Sanidad han trasladado este martes a los sindicatos de enseñanza el protocolo que se aplicará en las aulas a partir del 1 de setiembre. Los escolares de Ipar Euskal Herria arrancarán el nuevo curso sin restricciones ligadas a la crisis sanitaria causada por el covid.

Un alumno corre en el patio del colegio Piarres Larzabal, en febrero de este año, cuando decayó el uso obligatorio de la máscara.
Un alumno corre en el patio del colegio Piarres Larzabal, en febrero de este año, cuando decayó el uso obligatorio de la máscara. (Patxi BELTZAIZ)

Tras el cierre del curso escolar, los responsables educativos recibieron, a mediados de julio, un protocolo en el que, en función de la evolución de la crisis del covid-19, se barajaban hasta cuatro escenarios.

Finamente, según han trasladado este 23 de agosto los responsables de los ministerios de Educación y Sanidad a los sindicatos de enseñanza, la vuelta a las aulas, prevista a partir del 1 de setiembre en el Estado francés, regirá el nivel de alerta más bajo.

Ello implica que a partir del 1 de setiembre los chavales de Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi, así como sus profesores, arrancarán el curso sin restricciones.

Ese nivel básico del protocolo supone, de acuerdo a la circular publicada por el Ministerio de Educación, que las clases serán presenciales en todos los niveles y que no habrá medidas para limitar aforos o reorganizar los espacios dedicados a la enseñanza o a actividades complementarias.

No será necesario llevar la máscara, aunque el Ministerio de Educación prevé que, en función de la demanda de los centros, se proceda al envío de ese material de protección así como de test salivares, «al menos en el periodo comprendido hasta las vacaciones de Todos los Santos».

Se trataría de asegurar que los centros cuenten con material, mecanismos y versatilidad para adaptar a cambios, de producirse un empeoramiento de la situación sanitaria.

No habrá medidas específicas relativas al uso de la máscara y a la gestión de los casos contacto para los establecimientos educativos, sino que se aplicarán las mismas preconizaciones que rigen para la población en general.

Actualmente no se exige el uso de la máscara salvo en visitas a centros sociosanitarios, donde ya se ha dejado de solicitar también la presentación del pase vacunal.

Los centros escolares no deberán de adoptar medidas de distanciación obligatoria, aunque se mantiene el consejo de aplicar normas generales de higiene como la limpieza de manos y se aconseja mantener una buena aireación de las aulas.

No habrá tampoco restricciones en los patios y terrenos deportivos.

Durante los dos cursos precedentes, el cambio, prácticamente a cada vuelta a clase tras las vacaciones, de los protocolos con los que responder a la evolución de la crisis sanitaria provocó tensiones en centros escolares.

La vuelta a las aulas del 1 de setiembre estará exenta de esa preocupación ligada a la gestión sanitaria. No obstante, el arranque de curso estará marcado por la inflación, que ha aumentado los costes de compra de materiales de las familias con hijas e hijos en edad escolar, y también por las dificultades para cubrir las plazas de profesorado -unas 4.000 por adjudicar en el conjunto hexagonal- o incluso los puestos de conductores en los transportes escolares.