Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión
CRíTICA DE ‘918 GAU’ (ZINEMIRA)

De entre todas las noches pasadas

Euskal Herria, 2022. 65'. Directora y guion: Arantza Santesteban. Producción: Marina Lameiro, Marian Fernández Pascal. Fotografía: Mariona Solé. Montaje: Maddi Barber. Sonido: Alazne Ameztoy.

‘918 gau’.
‘918 gau’. (TXINTXUA FILMS)

En mitad de una noche, Arantza Santesteban se dirige a su grabadora para rememorar su detención y la de sus compañeros de Batasuna en una operación que la Policía española orquestó en Segura. A partir de esta secuencia que tuvo lugar el 4 de octubre de 2007, Santesteban fue llevada a prisión.

De aquellos días conserva los recuerdos, anhelos y miedos que albergó durante 918 noches de encierro. La grabadora recoge sus interminables vueltas por el patio, los campeonatos de natación, los fugaces encuentros sexuales que mantuvo con un preso brasileño, el tortuoso periplo carcelario de Rasha, una mujer que fue condenada a nueve años de cárcel tras asesinar a su marido y cuyo deterioro físico y sicológico fue seguido por Santesteban y el resto de reclusas.

Todo ello nace del relato dictado por su protagonista y desarrollado a partir de un encadenado de fotografías que nos devuelven a los días y noches vividos por una directora que es capaz de transgredir con valentía su propio relato con la intercalación de secuencias en movimiento que subrayan el discurso establecido por las secuencias estáticas creadas a partir de la multitud de fotografías que le fueron enviadas o que realizó en el interior de la cárcel.

En su relato, Santesteban también se ampara en los silencios para delegar en el espectador su propia recreación del peso emocional que legan sus imágenes.

‘918 gau’ nace del presente para reconstruir un rememoración del pasado que quedó encerrado en un territorio abonado a lo imprevisible y en el que asoma la sombra de Rasha, con su rostro cubierto de mantequilla y su gorro de lana, paseando bajo un sol implacable. Al caer de nuevo la noche, topamos con la coherente incongruencia de una cebra que es, en sí misma, víctima de su propio enigma.