Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

El Sadar busca morder a un Real Madrid que viaja sin Benzema, «por cansancio», y Kroos

Quitando los derbis, por el ambiente previo que se genera, seguramente la visita del Real Madrid es una de las más esperadas por la parroquia rojilla, cuyo disfrute es doble si se vence a los blancos en El Sadar, algo que no sucede desde hace una docena de años.

Budimir anotó el gol rojillo de la última visita merengue a El Sadar, que se saldó con un 1-3 adverso.
Budimir anotó el gol rojillo de la última visita merengue a El Sadar, que se saldó con un 1-3 adverso. (Iñigo URIZ | FOKU)

El Real Madrid visita El Sadar –sábado, 21.00, DAZN–, un encuentro que siempre tiene ese aliciente añadido por derrotar a un rival antipático para el estadio iruindarra, algo que inmediatamente se palpa en el ambiente.

En un ejercicio de cansino recordatorio anual, los medios de la "central lechera" suelen encargarse de rememorar los episodios de Juanito y Buyo, pero su memoria selectiva suele olvidarse de las provocaciones de Hugo Sánchez o los cortes de manga que Bernd Schuster brindó a la grada cuando los merengues lograron el título liguero en 2008 gracias a dos dianas in extremis de Robben e Higuaín.

Como el propio fútbol con el paso de los años, esos partidos han ido perdiendo calentura y parece absurdo adjudicarle al campo rojillo el calificativo de "infierno" cuando el Real Madrid lleva sin perder en Iruñea desde hace una docena de años.

Muchos aficionados locales ya casi ni se acordarán de aquel gol que Javier Camuñas anotó el 30 de enero de 2011, al cruzar un balón ante la salida de Iker Casillas en el minuto 63 que acabó besando las mallas tras golpear en el poste y que supuso la última victoria osasunista en su feudo ante los blancos.

La desahogada situación clasificatoria de Osasuna le permite ahora afrontar un siempre díficil duelo con la tranquilidad de que tiene mucho que ganar y poco que perder ante un adversario obligado a sumar de tres en tres para no perder la estela de un Barcelona que le saca ocho puntos.

Esa ansiedad liguera y el que los de Carlo Ancelotti disputan la ida de octavos de Champions este próximo martes en Anfield puede jugar a favor de la escuadra navarra, no tan acuciada por la necesidad de resultados a la vista de su cómoda trayectoria en la presente campaña.

Eso sí, el preparador rojillo, Jagoba Arrasate, cuenta con importantes ausencias para su once titular. Dos habituales fijos en ese equipo inicial, Juan Cruz y Chimy Ávila, tendrán que ver el envite desde la grada, al cumplir un partido de sanción.

Una jornada más, el técnico de Berriatua también deberá deshojar la margarita en el lateral derecho: Jon Moncayola o Diego Moreno. Esta vez con mayor razón habrá que acertar en la elección, pues el escogido tendrá enfrente a Vinicius, un rival complicado de sujetar y ante el que hay que contenerse para no caer en sus provocaciones.

Sí que el míster vizcaino podrá disponer de otros futbolistas ya al parecer completamente restablecidos, como es el caso de David García, Unai García, Lucas Torró y Aimar Oroz, si bien está por ver si agita la composición del equipo e incluso su disposición táctica.

Atrás podría dar continuidad a Aridane, que se ganó el puesto con su fenomenal trabajo en el Nuevo José Zorrilla, y en la medular –se mantiene en la convocatoria Iker muñoz– recuperar el antiguo trivote para favorecer las ayudas a los laterales.

También el Real Madrid sufre importantes bajas. Ni Kroos ni Benzema se desplazarán a Iruñea. El primero no ha terminado de recuperarse de una gastroenteritis y el segundo acabó bastante tocado el miércoles contra el Elche y no se quiere hacer peligrar su concurso frente al Liverpool. «Karim después del mundial lo ha hecho muy bien, ha marcado prácticamente en todos los partidos. El hecho de que no esté mañana no significa que esté lesionado. Sobre todo por su edad preferimos darle descanso para que tenga una buena condición toda la temporada», ha reconocido el técnico italiano.

Ancelotti sí que recupera a su enorme baluarte en la portería, Thibaut Courtois, además de a Vinicius –cumplió castigo ante los ilicitanos– y al gran bluff de los últimos fichajes merengues, un Eden Hazard que parece haber superado una tendinosis rotuliana en su rodilla izquierda.

Arrasate: «Ser fieles a nosotros mismos»

Arrasate ha asegurado que una de las claves para disponer de opciones frente al Real Madrid es que los suyos sean «fieles» a ellos mismos. «Necesitaremos una buena organización, pero también hacer bien las cosas con balón y no exponernos en exceso para que luego ellos no puedan correr a la espalda, que en eso son los mejores», ha agregado.

El de Berriatua ha calificado el envite de «atractivo», con el aliciente de que se juega en El Sadar, «donde nos estamos sintiendo bien», si bien se trata de «un reto complicado que lo afrontamos con muchísima ilusión».

Asimismo, ha hecho especial hincapíe en «el trabajo colectivo a nivel defensivo» a la hora de frenar a jugadores tan desequilibrantes como los brasileños Vinicius y Rodrygo, «que han acelerado, sabiendo que viene la fase importante de la temporada». «Desde el momento en que supimos que no iba a estar, pensamos en otras variantes para que juegue otro futbolista con características diferentes, pero que sea igual de dañino para el rival», ha apuntado.

Analizando a su oponente, ha subrayado que «mantiene la esencia de ser un equipo muy poderoso en lo físico, que con balón te puede hacer daño y que cuando está sometido tiene capacidad de hacer contras vertiginosas. El campeón del mundo, con eso está todo dicho».