Mariona Borrull
CRíTICA SECCIóN OFICIAL

Tremenda insatisfacción

‘GREAT ABSENCE’
Japón, 2023. 116'. Dirección: Kei Chika-Ura. Guion: Kei Chika Ura, Keita Kumano. Intérpretes: Mirai Moriyama, Tatsuya Fuji, Yoko Maki, Hideko Hara. Fotografía: Yutaka Yamazaki.

Fotograma de ‘Great absence’.
Fotograma de ‘Great absence’. (ZINEMALDIA)

No necesitamos grandes piruetas narrativas que compliquen el retrato fiel de la vida, bastante complicada y poética de por sí; así lo lleva corroborando el cine japonés desde los melodramas de a pie de calle de Kenji Mizoguchi. El año pasado, sin embargo, el Zinemaldia acogió el estreno de ‘Cien flores’, melodrama de Genki Kawamura con la que ‘Great Absence’, segunda película de Kei Chika-Ura (‘Complicity’), puede compararse de forma prácticamente paralela. La de Kawamura observaba la rápida degradación mental de una mujer con demencia, a la vez que desorganizaba los cien días preconizados por el título para plantear puntas de suspense allí donde solo queda decaimiento y muerte.

‘Great Absence’ repite patrones, además, de una forma algo tramposa. Arranca con un tremendo despliegue policial dirigido a detener a un anciano (Tatsuya Fuji, mítico actor de ‘El imperio de los sentidos’) y una pregunta dramática acuciante: ¿qué tan peligroso es Yohji, el hombrecillo, y dónde está su mujer, que según él se ha suicidado? La película de Chika-Ura nos lleva al terreno del thriller y rapta las respuestas que nos promete hasta el final de un recorrido larguísimo (dura 152 minutos). Eso sí, en lugar de jugar al gato y al ratón del whodunit, el cineasta apostará por un relato minucioso e híper realista de los efectos de la enfermedad sobre el anciano, su esposa (Hideko Hara) y su hijo (Mirai Moriyama). Puede que la insatisfacción sea la forma más respetuosa de abordar un estado senil, pero…