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Lecornu aboga por un Gobierno «no encarcelado por los partidos» y por aprobar las cuentas

El primer ministro francés ha reconocido el «ridículo estancamiento» político que está viviendo el Estado y ha apostado por aprobar los presupuestos antes de final de año. Defiende formar un Gobierno «libre», que «no [esté] encarcelado por partidos».

 

Lecornu durante su visita a una comisaría de L'Hayles-Roses.
Lecornu durante su visita a una comisaría de L'Hayles-Roses. (Martin LELIEVRE | AFP)

El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ha reconocido el «ridículo estancamiento» en el que se encuentra la política francesa y ha defendido su «misión» de aprobar unos nuevos presupuestos públicos antes del 31 de diciembre.

«Creo que lo ridículo es el estancamiento en el que se encuentra toda la escena política desde hace varios días», ha afirmado Lecornu durante una visita a una comisaría de L'Hayles-Roses en el que supone su primer acto público desde que el viernes por la noche el presidente Emmanuel Macron le nombrara de nuevo primer ministro tras la dimisión de principios de esta semana.

«A principios de semana lo tuve claro: mi misión estaba cumplida», ha reiterado Lecornu, que ha insistido en que «no había muchos candidatos» para el cargo.

Lecornu ha planteado la «urgencia» de aprobar unos presupuestos y de otros «asuntos urgentes» como la situación política en Nueva Caledonia más allá de otros objetivos. «Para ser completamente transparente, (...) no tengo ninguna agenda. Mi única ambición es salir de este momento, que es objetivamente muy difícil para todos», ha aducido.

En cuanto a las perspectivas de sumar apoyos a sus iniciativas en el Parlamento más allá del partido centrista Renacimiento de Macron, Lecornu ha planteado que trabajará para lograr los respaldos necesarios.

«O las fuerzas políticas me ayudan y trabajamos juntos para lograrlo, o no lo hacen. Así es como garantizaremos que haya un presupuesto para la seguridad social para el 31 de diciembre», ha apuntado.

Ha mencionado, además, la necesidad de mejorar la «seguridad cotidiana» y «el rechazo a esta violencia que crece en la sociedad» como punto que «puede generar un amplio consenso dentro de la clase política».

El partido conservador Los Republicanos, considerado el más cercano a Macron en estos momentos, ha descartado este mismo sábado participar en el segundo gobierno de Lecornu, si bien ha reiterado su respaldo al mandatario, para «no ser artífices del caos».

Más lejana parece la posibilidad de que el PS y los comunistas respalden al nuevo Gobierno. El PS, fundamental para que el Ejecutivo de Lecornu no caiga en una moción de censura en la Asamblea Nacional francesa, ha exigido una suspensión «inmediata y completa» de la reforma para no apoyar una moción que sí respalda el resto de la izquierda y la ultraderecha de Marine Le Pen.

Contrariamente al PS, LR y Horizontes exigen que la reforma de pensiones se mantenga, pues la consideran fundamental para el saneamiento de las ya deterioradas finanzas públicas francesas.

En ese sentido, Lecornu ha hecho un guiño a la izquierda planteando la posibilidad de modificar la reforma que retrasó la edad de jubilación. «Todos los debates son posibles, siempre que se mantengan en un marco realista, también en cuestiones presupuestarias», ha indicado.

En cualquier caso, Lecornu ha abogado por un Gobierno «libre», que «no [esté] encarcelado por partidos».