El vecindario del entorno de Sader y Profersa está molesto porque las administraciones no pasan de las promesas respecto al traslado de ambas fábricas fuera del casco urbano de Bilbo. Este viernes a la tarde, una manifestación, que ha partido de la delegación del Gobierno de Lakua y ha finalizado en Zorrotzaurre, ha pedido al Ejecutivo autonómico y al Consistorio que busquen soluciones y dejen de otorgar autorizaciones para tratar «más toneladas de residuos industriales junto a nuestras casas».

Cientos de vecinos –en torno a 250 personas– han marchado desde Gran Vía hasta Zorrotzaurre, donde al otro lado de la Ría se encuentra el complejo industrial que tantas molestias les provoca desde hace décadas, para pedir soluciones «urgentes» que acaben con los problemas de contaminación y malos olores.

Tras una pancarta con el lema ‘Sader-Profersa kanpora. Aire garbia gure auzoetan. Aire limpio en nuestro barrios’, los participantes en la protesta han reclamado que las instituciones asuman sus responsabilidades. En la manifestación han participado ediles de EH Bildu y Elkarrekin.

Se quejan desde la plataforma ciudadana convocante de la movilización que, después de dos accidentes químicos en Profersa y cinco manifestaciones «suplicando soluciones», siguen «sin respuestas, sin protección y sin voluntad institucional de actuar». «Una y otra vez pedimos ayuda, y una y otra vez nos la niegan», han lamentado.

Lo único que han detectado son nuevas autorizaciones a las firmas del grupo Agaleus, que siguen operando en Zorrotza. Han expuesto que en octubre de 2024, por los medios de comunicación, supieron que Lakua permitía a Sader tratar un 38% más de residuos, que pensaban que iban a ser procesados en la futura planta que Agaleus quiere construir en el puerto exterior.

No ha sido como aventuraron los vecinos. El 17 de marzo pasado se firmó esa autorización. Han denunciado que se hizo «por la vía rápida, como ‘modificación no sustancial’, evitando así la exposición pública y cualquier publicación oficial», de forma que «nadie pueda oponerse». «Una decisión tomada de espaldas a la ciudadanía», han censurado.

«Por la puerta de atrás, sin transparencia, sin garantías y sin responsabilidad», han destacado más adelante.

«Nos sentimos traicionados»

«Nos sentimos defraudados, abandonados y traicionados por quienes deberían protegernos», han afirmado. «Cuando empezamos a suplicar soluciones, estas plantas ya manejaban 86.000 toneladas de residuos peligrosos. Ahora, con esta nueva autorización, podrán superar las 118.000 toneladas. Más residuos, más riesgo, más miedo», han confesado sentir ante lo que consideran una potencial amenaza.

Desde Sader-Profersa Kanpora! han incidido en que ese permiso para procesar más residuos se concede «sin un estudio técnico de dispersión de contaminantes, sin un solo aval del Departamento de Salud, ni antes ni ahora, que certifique que estas instalaciones no ponen en peligro la salud de quienes vivimos en Bilbao, y especialmente de quienes residimos junto a ellas».