
El pleno del Ayuntamiento de Iruñea ha aprobado, con el rechazo anunciado de UPN y PP tras el acuerdo del resto, unos presupuestos municipales para 2026 que suponen los de mayor cuantía de toda su historia y que ascienden a 293,78 millones de euros.
Las enmiendas a la totalidad presentadas por UPN y PP han sido rechazadas, al igual que las 24 enmiendas particulares que los regionalistas habían propuesto en su defecto por 7 millones, «reflejo de lo olvidado en estos presupuestos», han dicho.
No obstante, el equipo de Gobierno, formado por EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, al que se ha sumado PSN tras firmar hace tres semanas el tercer pacto presupuestario de la legislatura, ha obtenido la mayoría absoluta de votos suficiente para sacar adelante un presupuesto «continuista, ambicioso, equilibrado y con unas cuentas saneadas».
Propuesta «ambiciosa» para el equipo de Gobierno
Lo ha defendido así la concejala delegada de Hacienda, Garbiñe Bueno, para quien la propuesta es «ambiciosa y transformadora» porque permite seguir impulsando los grandes proyectos de ciudad, con equilibrio entre barrios, y con la mirada puesta «en lo que realmente importa, en lo que impacta en el día a día de la gente», como son la vivienda, las dotaciones, el refuerzo ante las necesidades sociales y la «fuerte inversión en la ciudad».
Así, 2026 «será el año del paseo de Sarasate, con la obra urbanística más importante de las últimas décadas» (12,2 millones de euros) y será también «el de la consolidación de nuevos desarrollos municipales» (en Donapea, UPNA o Etxabakoitz) mientras se sigue avanzando en promociones como las del Sadar o Lezkairu y se mejoran equipaciones existentes (bibliotecas, polideportivos, colegios y civivox). Todo ello responde a su interés por conseguir «la ciudad que queremos seguir construyendo», a una «apuesta colectiva por una ciudad sostenible, cohesionada y con futuro», ha zanjado Bueno.
Respecto a las enmiendas parciales, la edil de Hacienda las ha afeado al considerarlas «de trazo grueso y populistas», «ocurrencias de un partido al que se presupone un cierto conocimiento».
UPN y PP, contra unos «presupuestos sectarios»
En defensa de la rechazada enmienda a la totalidad Carlos Salvador (UPN) se ha remontado al «matrimonio de conveniencia» entre EH Bildu y PSN que subyace tras la alcaldía de Asiron, basada en un «pacto» tras el que hay «dinero y poder», ha dicho para asegurar que «cuanta más corrupción conocemos del PSOE más apoyo obtienen de EH Bildu».
Por ello, y tras criticar la gestión del día y día y las políticas concretas que subyacen en las decisiones del equipo de Gobierno, Salvador ha insistido en rechazar sus cuentas, porque «no compartimos ni su ideología ni su estrategia ni su interés por politizarlo todo».
En la misma línea, Carmen Alba (PP) ha defendido su enmienda a la totalidad porque «no hay ni rastro» de iniciativas que generen prosperidad en estos presupuestos, que son «continuistas y cada año más sectarios», «una carga injusta y desproporcionada para los ciudadanos», ya que el aumento del gasto «no es proporcional con políticas útiles y buena gestión».
En suma, «son unos presupuestos pensados para sostener un pacto político y no para mejorar las vidas de los pamploneses», basado en «un pacto encapuchado y la venta de Pamplona de PSN a Bildu» que subyace en la moción de censura que descabalgó a UPN de la alcaldía.
La mayoría ve unas cuentas progresistas
En el turno de defensa del proyecto de presupuestos, por Geroa Bai Javier Leoz ha considerado tras las intervenciones de UPN y PP que «vivimos en ciudades diferentes», al apreciar él una mucho mejor situación de la ciudad, que «no es perfecta, pero que estos presupuestos pretenden mejorar» con partidas que ha ido desgranando.
Txema Mauleón (Contigo-Zurekin), por su parte, ha mostrado su «satisfacción» porque con estas cuentas «claramente estamos logrando los objetivos marcados», en promoción de vivienda, en una ciudad más cohesionada, con todos sus barrios de primera y con servicios públicos de máxima calidad, y en una Iruñea mucho más social, aunque «aún nos parece poco», ha dicho para avanzar trabajo futuro en la misma línea.
La concejal del PSN, Marina Curiel, desde fuera del equipo de Gobierno, ha reivindicado que su partido es «decisivo para que Pamplona avance» y por ello han apoyado estos presupuestos, en el que han contribuido con partidas por 4,3 millones de euros en sus acuerdos previos, dentro de esta «nueva etapa de mayor pluralidad, más convivencia y mayor respeto institucional» que ha derivado de la salida de UPN de la alcaldía.
«Nuestro compromiso con Pamplona es firme, real y comprobable», ha defendido tras subrayar que el PSN «está contribuyendo a que los recursos lleguen a donde hace falta. Esa es la diferencia entre hacer ruido y hacer ciudad», ha dicho a UPN y PP.

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