PSOE y Junts han vuelto a encontrarse este jueves en el Congreso español para pactar la reforma penal que aumenta el castigo por la multirreincidencia, impulsada por el partido de Carles Puigdemont y clave en sus negociaciones con el Ejecutivo español. Ambos pactan en ponencia seis enmiendas para acelerar la tramitación de la Ley de multirreincidencia con la ayuda del PP. Por su parte, PNV, UPN y Vox cierran el círculo, configurando una mayoría inusual que aleja al PSOE de sus socios habituales y deja la norma lista para avanzar hacia la Comisión de Justicia con el camino despejado.

Por un lado, el movimiento llega cuando el PSOE necesita volver a unir puentes en su relación con Junts tras el anuncio de ruptura del expresident catalán en el exilio. La proposición, registrada por los exconvergentes en marzo del pasado año para endurecer el Código Penal, quedó meses encallada entre prórrogas del plazo de enmiendas y una tramitación que nadie en el Ejecutivo parecía tener prisa por mover.

En marzo de este año se presentaron las enmiendas y, ahora, tras el gesto de acercamiento escenificado por Pedro Sánchez el lunes con Junts, pese a que su portavoz, Miriam Nogueras, insistiera en que el bloqueo sigue intacto, el Gobierno pisa el acelerador.

Así, en la ponencia se han introducido media docena de enmiendas transaccionales que Junts ha pactado con el PSOE –dos de ellas–, y también con el PP –las otras cuatro–. La reforma vuelve a avanzar en el Congreso, con el rechazo de EH Bildu y Podemos y a falta de saber la posición de otras formaciones.

El portavoz del PNV en el Parlamento de Gasteiz, Joseba Díez Antxustegi, se ha felicitado por el acuerdo y ha afirmado que esto demuestra que «podemos alejarnos de la política de bloques, de la trinchera y del unos contra otros». «Cuando digo que otra forma de hacer política es posible, esto queda demostrado con que hemos conseguido poner de acuerdo al Partido Socialista, al Partido Popular y a Junts en un tema importantísimo, como es la lucha contra la multirreincidencia», ha añadido en declaraciones recogidas por la agencia Efe.

Un mecanismo repetido

Por otro lado, el desbloqueo coincide con un debate público que lleva tiempo girando en torno a los «delincuentes multirreincidentes» y a un supuesto repunte de hurtos reiterados, una cuestión clave en la agenda de la extrema derecha. El tema ha prendido con rapidez: titulares, tertulias, redes sociales y una creciente presión política que llevó también al PNV a preguntar a Sánchez si no era hora de «abordar la multirreincidencia».

El problema es que los datos no acompañan al relato, aunque a las derechas les dé igual en su empeño por asociar la inmigración con delicuencia. De hecho, varios informes y estadísticas cuestionan el aumento real de estos delitos y NAIZ ya detalló en un reportaje reciente cómo la idea de un «ejército de multirreincidentes» se ha convertido en verdad asumida a fuerza de repetirse, pese a que su dimensión efectiva es menor de lo que sugiere el clima alarmista. La distancia entre percepción y evidencia es amplia, pero políticamente útil.

Como se recordaba en el artículo, basta un pequeño impulso para que el mecanismo arranque. Solo se necesita una pregunta parlamentaria, una nota estadística presentada como alarma y un titular de impacto que haga el resto. De ahí pasa a tertulias, a redes y finalmente a la agenda legislativa.

Ahora el informe será debatido en las próximas semanas en la Comisión de Justicia con la perspectiva de que la proposición de ley vaya al primer pleno del año, previsto en febrero.