CAF salva su mayor contrato, amenazado en Bélgica por el tren israelí en Palestina
La construcción del tren israelí en los territorios palestinos ocupados ha estado a punto de dar al traste con el mayor contrato de la historia de CAF. El Consejo de Estado belga ha desestimado el último recurso pendiente, que se basaba en esta alegación relativa a derechos humanos.
Su implicación en las obras del tren israelí en los territorios palestinos ocupados sigue teniendo a la empresa vasca CAF en el ojo del huracán a nivel internacional. Tras las denuncias efectuadas por Naciones Unidas y también por Amnistía Internacional, además de las movilizaciones realizadas en Euskal Herria, ahora ha sido el Consejo de Estado belga quien lo ha sometido a escrutinio. Finalmente ha determinado que ese contrato de Israel no es óbice para que pueda acceder a la renovación de la flota de trenes belga, que supondrá de hecho el mayor concurso ganado por CAF en toda su historia, con unos 3.400 millones de euros de inversión.
El Consejo de Estado de Bélgica ha rechazado este miércoles el recurso de urgencia presentado por la firma francesa Alstom contra la decisión de la compañía ferroviaria belga SNCB de designar como «licitador preferente» a CAF en un contrato que supondrá fabricar hasta 600 trenes.
«El Consejo de Estado consideró, tras un examen en procedimiento de urgencia, que ninguna de las alegaciones con las que esta sociedad cuestionaba la legalidad de dicha decisión de designación era fundada», indicó el alto tribunal en un comunicado.
La decisión sigue los pasos de la sentencia pronunciada la semana pasada por el Consejo de Estado al rechazar también la solicitud de suspensión de la ejecución del contrato presentada por el grupo alemán Siemens.
«La SNCB ha tomado nota de la decisión del Consejo de Estado relativa al recurso de suspensión de Alstom en el expediente del pedido de trenes AM30», indicó a EFE un portavoz de la SNCB, que agregó que la compañía «pondrá ahora todo en marcha para concretar la última etapa, es decir, la adjudicación definitiva». Con ello, el contrato parece ya asegurado para CAF.
El pasado febrero el Consejo de Administración de la SNCB designó a la empresa vasca como licitadora preferente para este pedido, que suministrará hasta 600 nuevos vagones en el marco de un contrato cuyo valor oscila entre los 1.700 y los 3.400 millones de euros.
La designación de CAF provocó que el constructor ferroviario francés Alstom, que tiene dos fábricas en Bélgica y fue segundo en el proceso de licitación, impugnara con éxito la decisión, protesta a la que también se sumó el grupo alemán Siemens.
La decisión del consejo de administración de la compañía ferroviaria pública SNCB, que optó por CAF por delante de Alstom y de la alemana Siemens, fue suspendida temporalmente por el Consejo de Estado de Bélgica por considerar además que el proceso de adjudicación había sido poco transparente.
Los últimos argumentos llevados al órgano decisorio belga por estas multinacionales ponían el acento precisamente sobre la cuestión del tren israelí en Palestina.
La ONU recordó el pasado junio que «estas líneas incluyen 27 kilómetros de nuevas vías y 50 nuevas estaciones en Cisjordania, que conectan las colonias con Jerusalén Oeste». Su Relatora Especial para los territorios ocupados, Francesco Albanese, subrayó que este tipo de infraestructuras tienen como objetivo «establecer y ampliar las colonias y conectarlas con Israel», excluyendo a los palestinos.
El comité y ELA piden cortar con Israel
Por otro lado, el Comité de empresa de CAF y el sindicato ELA han urgido a la compañía vasca a «terminar con sus relaciones con el Estado de Israel» y abandonar el proyecto de tranvía de Jerusalén.
En un comunicado, ELA ha recordado que lleva seis años, desde que conoció que CAF optaría a la licitación del proyecto de ejecución del citado tranvía, oponiéndose al mismo en «solidaridad hacia el pueblo de Palestina, ya que el diseño del proyecto consolidaba la ocupación ilegal del territorio por parte de Israel».
Sin embargo, ha lamentado que la dirección ha hecho «caso omiso» a esta petición y encima «ha incrementando su relación con el estado de Israel con la adjudicación de un nuevo proyecto en Tel-Aviv».
El sindicato ha solicitado una reunión con la dirección de la empresa para «conocer al detalle cuales son sus planteamientos respecto a los proyectos con Israel», pero desde CAF han «negado» este encuentro, algo que ha calificado de «muy grave».