Un renovado Baskonia arranca una Euroliga envuelta en polémica por la participación israelí
El equipo gasteiztarra recibe esta noche (20.30) al tercer clasificado de la pasada temporada, el Olympiacos. La Final Four de este año se disputa en Atenas, mientras que los israelís Hapoel Tel Aviv y Maccabi camparán a sus anchas en el torneo a pesar del genocidio en Gaza.
La Euroliga, máxima competición europea de clubes, afronta una nueva temporada sacando pecho por el espectáculo que siempre trae consigo, multiplicado incluso por el aumento de participantes de dieciocho a veinte, pero al mismo tiempo tratando de ponerse a cubierto ante dos situaciones externas que amenazan su prestigio; la intención de la NBA con la FIBA de crear una liga en el Viejo Continente y la presencia de dos equipos israelíes.
Ante este segundo caso, la Euroliga no ha movido ficha y mantiene al Hapoel Tel Aviv y al Maccabi, a pesar de la presión internacional de que sean suspendidos. En Gasteiz, el diputado general de Araba, Ramiro González, instó hace pocas semanas a que expulsasen a los equipos israelís de la Euroliga porque «es un deber ético elevar la voz ante el genocidio en Gaza».
Conocidas son las protestas de los aficionados baskonistas ante la presencia del Maccabi los años anteriores. Sea como fuere, mientras la Euroliga no diga lo contrario, deberán jugar fuera de su país y les pone en el foco de las aficiones rivales.
Con este aspecto y el de la NBA, y lo que vaya derivando de ellos, tendrá que convivir a lo largo de un curso que en lo deportivo se presenta tan atractivo como siempre y que, tras el experimento de llevar la Final a Cuatro de la 2024-2025 a Abu Dabi, recupera parte de su esencia trasladando el desenlace a una ciudad con gran tradición de baloncesto como Atenas, del 22 al 24 de mayo.
Ese detalle hace que los dos conjuntos que allí conviven y disputan la competición, el Panathinaikos y el Olympiacos, ambos siempre favoritos en las apuestas, se hayan volcado para intentar levantar el trofeo en casa. Más después de que el año anterior ninguno estuviera en el partido por el título tras caer en semifinales.
Este segundo equipo será el primer rival del Baskonia, que encara su enésimo cambio de rumbo para afrontar la Euroliga más salvaje de la historia, con un nuevo entrenador y la llegada de siete jugadores.
El fichaje del nuevo técnico, el italiano Paolo Galbiati, lleva consigo un cambio de filosofía tanto en juego como en composición del equipo. Los gasteiztarras han logrado aglutinar a varios jugadores en la posición de 'tres' y 'cuatro', con las incorporaciones de Rodions Kurucs y Clement Frisch y la continuidad de Tim Luwawu-Cabarrot y Tadas Sedekerskis, con el objetivo de tener un quinteto polivalente y rápido.
A esto se le suma la decisión de contar únicamente con un ‘cinco’ puro (Khalifa Diop) y hombres altos rápidos, capaces de correr la pista, que es la idea fundamental del preparador lombardo, con ataques con pocos segundos de posesión.
Galbiati buscará meter una o dos marchas más al equipo y lo quiere hacer con jugadores muy físicos como el escolta Hamidou Diallo o el pívot Mamadi Diakité.
A pesar de todo, el italiano tendrá opciones en el juego en estático a través de los puntos de triplista Markus Howard -máximo anotador de la Euroliga hace dos años y discreto la temporada pasada-, el desborde del nuevo base Markquis Nowell o la inspiración del consolidado Trent Forrest.
«Con el 'Carácter Baskonia'»
Desde el club son conscientes de que su lugar en esta competición está en los vagones traseros, pero la décima plaza sigue siendo un objetivo serio para un equipo que deberá trabajar duro para conjuntarse y además recuperar los efectivos con los que no ha contado en una pretemporada atípica, en la que solo ha logrado un triunfo.
En rueda de prensa este lunes, Galbiati ha reconocido que no son el equipo que más armas tiene de la máxima competición europea, pero ha avisado de que las que tienen «son muy peligrosas».
El italiano se estrenará en la competición continental, como gran parte de sus pupilos. «Estoy emocionado», ha confesado tras una «pretemporada difícil por las lesiones», en las que no han podido entrenar juntos.
«Ayer tuvimos 10 profesionales en el entrenamiento, fue un milagro», ha celebrado el preparador ante los medios de comunicación, con los que ha alabado el trabajo de todos los jugadores.
«Espero que el Buesa nos ayude. Estuve muy feliz el día de Trieste (el partido de presentación) y creo que el publico entiende lo que queremos y aprecian nuestro esfuerzo», ha apuntado.
«Saben de baloncesto y espero que nos empujen», ha añadido el lombardo, que en tres meses quiere que el Buesa Arena se quede sin entradas en todos los partidos gracias al juego que despliegue su equipo.
«Jugaremos con el 'Carácter Baskonia' y crearemos una relación con los fans, correremos, compartiremos el balón y jugaremos una buena defensa», ha prometido.
Sobre su propuesta de juego, ha señalado que tienen que ser «diferentes al resto». «Si queremos jugar como los demás, somos más jóvenes y más pequeños», ha explicado el entrenador baskonista sobre las dificultades que podrían encontrarse.
«No tenemos kilos, pero podemos tirar triples y anotar de tres es mejor que hacerlo de dos. Podemos correr más rápido que los demás, amo la versatilidad que tenemos y podemos ser imprevisibles», ha analizado Paolo Galbiati, contento con el grupo de jugadores que maneja.