Según han informado a Efe fuentes del Ministerio Público, la Fiscalía actuará de oficio para comprobar estos hechos y determinar si procede o no interponer una querella o iniciar algún tipo de acción penal por este asunto.
El Obispado de Donostia confirmó ayer la existencia de una condena eclesiástica sobre Mendizabal, a la que se llegó «tras haber sido probada la veracidad de las acusaciones» contra el sacerdote, al que se le han impuesto «diversas penas expiatorias» establecidas por el derecho canónico.
Las denuncias por estos casos llegaron al obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, en marzo de 2016, cuando Mendizabal desempeñaba el cargo de vicario general, del que fue destituido un mes después.
El Obispado decidió relatar ayer los hechos –cometidos en los años 2001 y 2005, cuando Mendizabal ejercía de sacerdote en una parroquia donostiarra–, tras constatar que los afectados por los abusos habían decidido hacer público el caso.

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