El presidente del partido FARC, Rodrigo Londoño, «Timo», ha respondido a las quejas de la Embajada española en Colombia por el uso de una camiseta con el símbolo de ETA por parte de uno de los acompañantes de Jesús Santrich en su primera aparición pública tras ser liberado el pasado jueves.

Londoño afirma que las actuaciones son personales y que no puede responder por lo que hagan los militantes de su partido. «Decirle que las banderas de la paz y la reconciliación son las nuestras y que si alguno individualmente ha sacado otro símbolo que no se nos interpreta es su responsabilidad individual», ha señalado Londoño.

En un vídeo publicado en Twitter ha lamentado lo sucedido y ha insistido en que las únicas banderas de las FARC son las de la paz y reconciliación. «Mis disculpas si esto le ha generado alguna dificultad, señor embajador», ha indicado. Además ha añadido que si es necesario le dará las explicaciones necesarias sobre lo ocurrido personalmente cuando regrese a Bogotá.

Uno de los acompañantes de Santrich cuando éste saludó a sus simpatizantes desde el balcón de la sede del partido el jueves vestía una camiseta negra con el logotipo de ETA y el lema «Bietan jarrai». Según la agencia Efe, se trata de una persona identificada como «excombatiente de las FARC en proceso de reincorporación».

El embajador español, Pablo Gómez de Olea había enviado una carta al líder del partido FARC en la que señalaba que «dichas manifestaciones de apoyo a ETA dañan la sensibilidad de todas las víctimas del terrorismo y especialmente de las víctimas vilmente asesinadas y mutiladas por este grupo terrorista. La asociación del Partido FARC con símbolos de ETA hiere la sensibilidad de las víctimas del terrorismo y asocia al partido político que usted preside con un grupo terrorista de infausta memoria».

«Tergiversaciones»

El también líder de la FARC, Pablo Catatumbo, ha subrayado en Twitter que «portar una camiseta que por lo demás se distribuye comercialmente, en un acto público no es manifestación de apoyo». Ha respondido así a la denuncia de la vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, que se ha sumado a la denuncia del embajador español. «Somos un Partido por La Paz y para La Paz y de allí no nos movemos. Se equivoca la vicepresidenta», añade Catatumbo, que ha juzgado las declaraciones de Ramírez como «temerarias» por interpretarlas como «apología del grupo terrorista en ETA» en la reunión de la FARC.

Por su parte, la Campaña Santrich Libre ha aclarado «que en ningún momento se promovió la propaganda de grupo armado alguno durante la jornada del 30 de Mayo,... solo nos responsabilizamos por nuestras declaraciones y emblemas», ha atribuido la polémica a «tergiversaciones malintencionadas».

Igualmente, el Sindicato Memoria Viva ha denunciado «la campaña de estigmatización de la que ha sido víctima uno de sus afiliados. La vida de un excombatiente está en riesgo por la campaña de odio que han incitado algunos medios de comunicación tras la libertad de Jesús Santrich».

Jesús Santrich abandonó el jueves los calabozos de la Fiscalía, donde ha permanecido las últimas dos semanas, tras una larga batalla judicial, lo que facilita que pueda tomar posesión de su escaño en la Cámara de Representantes colombiana.  Aun así, el presidente, Iván Duque, mantiene su disposición de extraditar a Santrich a Estados Unidos, y respalda la petición de la Fiscalía para que vuelva a ser detenido.