
La autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, ha asegurado este miércoles que en el país «no hay golpe de Estado», sino que se ha producido «una reposición de la legalidad constitucional».
Áñez ha pronunciado su primer discurso desde el Palacio Quemado en La Paz, en el que ha asegurado que uno de sus primeros objetivos es la convocatoria de elecciones en el plazo «lo más breve posible», ha reiterado que su mandato es «estrictamente provisional» y se ha comprometido a «limpiar las instituciones».
«Es fundamental que todos sepan que hoy comienza una ruta pacífica y democrática para reponer la legalidad y que he encomendado a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional que garanticen la pacificación del país», ha declarado.
«Hablo de transición sin ambigüedades, hablo de un cambio de régimen, de revocar las condiciones que nos habían convertido en un país totalitario para construir valores, instituciones y procedimientos plenamente democráticos. Un pueblo no es un líder, es su gente», ha sentenciado en referencia al exiliado Evo Morales, que se encuentra en México.

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