Gorka Ikatza

Bramble, la poesía británica de las zarzas

Al maestro de la coctelería Dick Bradsell le regalaron un día una botella de crème de mûre y, al probarla, experimentó una regresión a su infancia en la Isla de Wight cuando, en temporada de moras, se metía entre las zarzas para recolectarlas y salía completamente arañado. Ahí nació el Bramble. 

Inconfundible Bramble, cóctel de puro bosque.
Inconfundible Bramble, cóctel de puro bosque. (Maialen Andrés | Foku)

Estamos en la década de los 80 del pasado siglo, con el mismo protagonista y la misma ubicación que en el caso del Espresso Martini; esto es, Dick Bradsell y el Soho londinense. La única diferencia es que en esta ocasión el barman está trabajando en el Fredy´s Club, en Carlisle Street.

Este era un club de socios para el que su propietario, Fred Taylor, se había encargado de atraer a artistas, productores, managers, músicos como MC Kinky, Boy George, Neneh Cherry… El Fredy`s Club de aquella época era el tipo de bar en el que todos querían entrar y dejarse ver; donde bebían juntas las estrellas de cine y las supermodelos.

Isla de Wight, la evocación de la infancia de Bradsell.

Respecto a la chispa de inspiración para crear el cóctel Bramble, el propio Bradsell lo contó en algunas entrevistas: «Por alguna razón que ahora se me escapa, quería inventar algo muy británico y fresco, pero no daba con la mezcla deseada. Un día me dieron a probar una botella de crème de mûre y, de pronto, estaba de vuelta a mi infancia en la Isla de Wight, yendo a coger moras y siendo arañado por las zarzas».

El nombre del combinado es, en inglés, el del arbusto en el que crecen las moras: bramble, zarza en castellano

Iluminado por esa evocación, combinó ginebra con azúcar líquido, zumo de limón y hielo, sobre el que vertió un chorrito de licor de mora que dejó un espectacular rastro púrpura. Lo decoró con una frambuesa, porque en esos momentos no había moras.

Como las inspiraciones llegan sin avisar, el único hielo del que disponían era el de una pescadería de ostras y marisco que estaba al lado. Por eso, y no por otra cosa, el que se emplea en el Bramble es hielo triturado.   

El nombre del combinado es, en inglés, el del arbusto en el que crecen las moras, bramble, zarza en castellano.

Y como sobre este combinado parece existir mucha poesía, ha habido quien ha escrito que se le puso ese nombre «por la naturaleza sinuosa que toma el licor de moras cuando se vierte desde arriba y va cayendo como si estuviera esquivando zarzas».

Con lírica o sin ella, el nuevo cóctel entusiasmó a los clientes del Fredy`s Club y su fama se extendió rápidamente por todo Londres. En la actualidad, es uno de los combinados que más se preparan en Inglaterra.

Yon Pavón: «El Bramble juega con los niveles entre lo dulce y lo amargo y su mezcla equilibra perfectamente ambos»

Y no sólo allá, porque Yon Pavón nos asegura que también es uno de los que él más pone en el Patricio Bar, en Lasarte. «El Bramble es un cóctel que juega con los niveles entre lo dulce y lo amargo y su mezcla de ingredientes equilibra perfectamente ambos sabores», dice.

La base alcohólica del combinado es la ginebra. Para darle el punto ácido está el limón y, para contrarrestarlo, azúcar líquido y la crème de mûre, que es un licor de moras con tanto azúcar que tiene una consistencia parecida al sirope. El resultado, apunta Pavón, tiene que ser un cóctel «fresco y frutal».

Preparación

Su preparación es sencilla, tan sólo se puede complicar un poco si carecemos del licor de moras y queremos prepararlo nosotros mismos haciendo un puré de frutas del bosque. Y esto es, precisamente, lo que hace Yon Pavón para su bramble del Patricio Bar. Se trata de una versión particular y especial del cóctel clásico, que denomina Bella Dona, en honor a una mujer y con un guiño a esa Italia que le apasiona.

Así, siguiendo las instrucciones que nos da Pavón para preparar su bramble Bella Dona, echaremos en una coctelera 6 cl de ginebra, 2,5 cl de zumo de limón, 1,5 cl de azúcar líquido y 3 cl de puré de frutos del bosque, que pueden ser fresas, moras, frambuesas...

Si no queremos hacer el puré, verteremos los 3 cl de licor de moras. Echamos también hielo gordo en la coctelera y agitamos con fuerza. Luego llenamos de hielo picado un vaso del tipo old fashioned, bajo y ancho, y vertemos en él el contenido. Dos pajitas y decoramos con una brocheta de moras colocada sobre los bordes del vaso.

Aunque este verano no llevemos en el equipaje nada de poesía inglesa para leer, podemos alcanzar perfectamente el momento lírico british disfrutando de un cóctel Bramble. Eso sí, con la debida moderación porque, como escribiera Shakespeare en Macbeth: «El alcohol enciende el deseo, pero mata el desempeño».