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Gatos, proyecciones y cubos: la fórmula de un museo de París para amar las matemáticas

Pasarlo bien como si fuera la hora del recreo. Es lo que pretenden los impulsores de la Maison Poincaré de París, el primer museo del mundo dedicado específicamente a las matemáticas que se gana a sus visitantes con el juego y la experimentación.

Museoko kartel bat.
Museoko kartel bat. (Instituto Poincaré)

La Maison Poincaré, «único en el mundo» –aseguran sus creadores–, abrió sus puertas a finales de septiembre y ha cumplido el arranque con satisfacción, según Sylvie Benzoni, directora del Instituto Poincaré, que alberga el museo.

Durante el acto de inauguración, «las miradas, las sonrisas y el brillo en los ojos eran evidentes», añade Benzoni, que se marca como objetivo llegar a los 30.000 visitantes en tres años, 20.000 de ellos escolares.

El espacio principal de la Maison Poincaré muestra la importancia que tienen disciplinas como el álgebra, el análisis, la aritmética, la geometría, la lógica, la informática o la probabilística en la realidad cotidiana de cada individuo, sin necesidad de trabajar en ningún ámbito relacionado con la ciencia.

«Es importante dar a conocer las matemáticas en general y que los jóvenes se interesen por ellas en particular, por lo que hay que traer a clases de alumnos de 12 y 13 años con sus profesores», comenta la directora del Instituto Poincaré.

Para ello, en el museo se proponen ejercicios prácticos e interactivos, como un juego que consiste en ser capaz de encajar una serie de bloques cuadrados en un espacio delimitado, lo que obliga a usar la lógica, entre otras muchas más habilidades.

También hay una sala reservada, en forma de anfiteatro, en la que los visitantes se sientan en los pupitres para escuchar una serie de proyecciones visuales relacionadas con las matemáticas.

De igual modo, hay un dispositivo en el que se muestra una fotografía de un gato y de forma muy sencilla se comprende el concepto de tasa de compresión de una fotografía, así como su incidencia en la cantidad de píxeles que contiene una instantánea.

«Los jóvenes son el futuro, necesitamos más jóvenes fuertes o al menos con cultura matemática para todas las carreras vinculadas a nuestro mundo digital», subraya Benzoni. «Hay estudiantes –añade– a los que les encantan las matemáticas y hay estudiantes que las odian y, en general, tienen malos recuerdos. (...) Así que nos gustaría ayudar a cambiar eso».

Además de la exposición permanente, dedicada a las matemáticas, este espacio también acogerá muestras temporales semestrales. La primera, dedicada a la Inteligencia Artificial (IA), que se puede ver hasta el 4 de abril.

Un nodo de ciencia

La Maison Poincaré está ubicada en el Barrio Latino de París y ocupa 900 metros cuadrados dedicados en exclusiva a las matemáticas, lo que hacen de este espacio el primer y único museo dedicado por completo a esta ciencia y sus aplicaciones. Al frente están el prestigioso Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y la Universidad de la Sorbona.

El museo lleva el nombre del célebre matemático francés Henri Poincaré y se sitúa a escasos metros del Museo Curie, ubicado en el último laboratorio que dirigió Marie Curie, que en 1903 ganó el Premio Nobel de Física junto a su marido, Pierre Curie, por sus trabajos sobre la radioactividad.