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Un profesor Ikerbasque investiga los procesos químicos que llevaron a la aparición de la vida

El proyecto PROTOS que lidera el profesor Ikerbasque Juan Manuel García-Ruiz investiga en Donostia los procesos químicos y físicos que llevaron a la aparición de la vida en la Tierra, el «caldo del origen de la vida», según la fundación científica.

Juan Manuel García-Ruiz en el laboratorio de Autoorganización Mineral y Origen de la Vida en Donostia.
Juan Manuel García-Ruiz en el laboratorio de Autoorganización Mineral y Origen de la Vida en Donostia. (Paula ARBIDE | DIPC)

El profesor Ikerbasque Juan Manuel García-Ruiz es el encargado de «cocinar el caldo del origen de la vida», es decir, de investigar los procesos químicos y físicos que llevaron a la aparición de la vida en nuestro planeta, en Donostia.

Se trata del proyecto PROTOS, que tiene como objetivo crear mundos primitivos o «protomundos», dentro de matraces de vidrio para estudiar, entre otras cosas, el rol que juega la sílice en ese «caldo». Esa idea de reproducir las condiciones de la Tierra en una matraz se basa en un experimento del científico Stanley Miller.

Fue en 2021 cuando García-Ruiz decidió modificar un aspecto del experimento de Miller, reemplazando el reactor de vidrio por uno de teflón, un material inerte. El resultado fue revelador: no surgieron ni los aminoácidos ni las nucleobases que aparecían en los experimentos anteriores y que se consideran ladrillos fundamentales de la vida.

Según explica el propio científico, «se trataba de un experimento icónico, que nadie se atrevía a cuestionar. Tardamos años en explicar que no estábamos poniendo en duda el experimento de Miller, sino que estábamos incorporando la sílice del vidrio como una variable clave en el proceso de formación de los aminoácidos», explica García-Ruiz.

La atmósfera y el agua no fueron los únicos catalizadores de la vida en el caldo primigenio. Las rocas donde se cocinó ese caldo también jugaron un rol importante, ya que contenían especialmente la sílice y los silicatos.

«Siempre he pensado que la sílice es fundamental en la síntesis de los compuestos prebióticos y con PROTOS hemos ido más allá. Nuestros resultados muestran que la sílice también induce la formación de estructuras biomorfas, o protocélulas, que son compartimientos imprescindibles para que se produzcan reacciones de mayor complejidad, y eventualmente vida. Creemos que estas vesículas huecas siempre han estado allí, incluso en el experimento de Miller, pero nadie las había buscado porque se pensaba que era un fenómeno posterior», explica el profesor García-Ruiz.

PROTOS es una colaboración internacional liderada por el profesor Ikerbasque Juan Manuel García-Ruiz y en la que participan el DIPC como coordinador del proyecto, la Universidad de Bremen, el Naturalis Biodiversity Center de Leiden, la Universidad Leibniz de Hannover, el laboratorio Geo-Ocean del CNRS, el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT-CSIC) y el laboratorio Génie Chimique del Instituto Nacional Politécnico de Toulouse.