NAIZ

Ángela Estenaga, dermatóloga: «El moreno no es un signo de salud, sino una señal de daño solar»

Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Piel, que se conmemora cada 13 de junio, la dermatóloga Ángela Estenaga recuerda la importancia de protegerse frente al daño solar. «Hay que asumir que algunas pieles no pueden broncearse de forma saludable», subraya.

La Concha, un día de sol.
La Concha, un día de sol. (Andoni CANELLADA | FOKU)

Se puede decir más alto, pero no más claro: «Hay que asumir que algunas pieles no pueden broncearse de forma saludable». Lo afirma la doctora Ángela Estenaga, dermatóloga de Policínica Gipuzkoa, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Piel que se conmemora este viernes.

Según el Ministerio de Sanidad español, en 2024 se diagnosticaron más de 20.000 casos de cáncer de piel en el Estado, entre ellos cerca de 7.900 melanomas, con una incidencia de 15 casos por cada 100.000 habitantes y una tendencia al alza de un 40% en los últimos cuatro años. «La piel es el órgano más grande del cuerpo y debemos protegerla, el moreno no es un signo de salud, sino una señal de daño solar», explica Estenaga.

«El carcinoma basocelular es el tumor maligno más frecuente en humanos», subraya. Añade que, «aunque la mayoría de los cánceres de piel tienen una baja mortalidad, no debemos restarles importancia, ya que pueden afectar notablemente a la calidad de vida y muchos podrían evitarse con hábitos adecuados».

La exposición solar crónica y las quemaduras solares, especialmente en la infancia, son los factores de riesgo más relevantes y, a la vez, más evitables. «Hay que asumir que algunas pieles no pueden broncearse de forma saludable. Si para broncearte te tienes que quemar, mejor usar autobronceadores», recomienda la dermatóloga.

Con la llegada del verano, Estenaga recuerda que «además de aplicar crema solar con FPS50 antes de salir de casa, es clave reaplicarla cada dos horas, especialmente si nos bañamos o nos secamos con la toalla. También hay que evitar la exposición directa en las horas centrales del día y usar gorra, camiseta y gafas de sol”.

Otra herramienta fundamental en la lucha contra el cáncer de piel es la autoexploración. «Debemos vigilar los lunares y manchas que tenemos, y acudir al dermatólogo si observamos cambios en el tamaño, forma o color, o si alguna herida no cicatriza en dos semanas. El cáncer de piel no suele doler, así que el dolor no debe ser un criterio», añade.