
Los nombres de los 16 corredores fallecidos en esta carrera desde comienzos del siglo XX han sido incorporados al Monumento al Encierro.
El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, y miembros de la Corporación municipal, así como diferentes representantes de Policía Municipal y Cruz Roja, han participado este jueves en la inauguración de las inscripciones conmemorativas, en las que se pueden leer los nombres y apellidos de los corredores, así como el año de su fallecimiento.
Las inscripciones están realizadas en bronce, con acabado negro, y acompañadas con un símbolo de estrella junto al nombre de cada uno.
El alcalde ha estado acompañado por Javier Lezáun, corredor veterano del encierro, y amigo de la familia de Daniel Jimeno Romero, un joven de 27 años de Alcalá de Henares que falleció en los sanfermines de 2009. Lezaún ha acudido con su mujer, Estíbaliz Gago, y sus hijos, Eric y Noelia, quien es ahijada del padre de Daniel, Antonio.
El homenaje ha sido amenizado con varias interpretaciones musicales de la mano del Dúo Isilune, que ha interpretado el Vals de Astráin, el aurresku y las dianas número 2.
No quitan protagonismo
«Estando ya en vísperas de San Fermín, teníamos pendiente cumplir con este compromiso de hacer un recordatorio a las 16 personas y nos parecía que la mejor manera de hacerlo era en el Monumento al Encierro con las inscripciones, que no quitan protagonismo al Monumento ni lo transforma», ha explicado Asiron, quien ha opinado que tanto los familiares como la ciudad «lo valorarán como positivo».
Por su parte, Lezáun ha valorado el acto «como precioso» y ha hablado del vínculo con la familia de Daniel Jimeno. »Somos amigos desde hace años y nos ha unido el encierro y así sigue. Somos ya como una familia», ha comentado el corredor.
La relación entre ambas familias se forjó tras el fallecimiento de Daniel y se estrechó más durante la pandemia. Cada año, los familiares del corredor fallecido acuden a Iruñea a recordar a su hijo y colocar un ramo de flores en el tramo de Telefónica, donde perdió la vida. En 2020, ante las limitaciones de movilidad debido a la pandemia, fue la familia Lezáun Gago la encargada de llevar esas flores al lugar indicado
También ha reivindicado mantener la memoria por estas personas que «ya son historia del encierro» y ha valorado positivamente el cambio de las placas anteriormente desplegadas a lo largo del recorrido del encierro.
«A mí aquello no me gustó mucho, parecían tumbas, se hizo rápido y mal y era un poco peligroso a la hora de correr. Yo aquí lo veo mucho mejor, están todos juntos y no se ha dejado ningún hueco para que, crucemos los dedos, no haya que poner más nombres», ha expresado Lezáun.
También ha abordado el cambio desde 2009 que ha experimentado el encierro, que ha asegurado que «ahora es más seguro, las nuevas medidas son necesarias, pero lo desvirtúan un poco».

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