15 ENE. 2025 - 21:45h ¿La obesidad es una enfermedad? Los expertos intentan consensuar una respuesta La comunidad científica debate sobre si la obesidad es una enfermedad o no, sin ponerse de acuerdo. Aspectos médicos y relacionados con la discriminación se entremezclan en el debate. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si la obesidad es o no una enfermedad. (AFP PHOTO) NAIZ ¿Una persona obesa está enferma? La controversia, en la que se mezclan cuestiones médicas y en torno a la discriminación, es intensa. Un grupo de expertos mundiales acaba de adoptar una respuesta matizada, a riesgo de no satisfacer a ningún campo. «La idea de que la obesidad sea una enfermedad está en la base de uno de los debates más controvertidos y divisivos de la medicina moderna», resume el trabajo publicado por un amplio panel de expertos en el diario ‘Lancet Diabetes & Endocrinology’ y recogido por AFP. El artículo está firmado por decenas de especialistas en obesidad que se pusieron de acuerdo para redefinir la forma en que se describe esta condición, así como los problemas que representa desde el punto de vista médico. El tema es muy delicado porque regularmente provoca intensos debates que van más allá de la comunidad médica en sí. Los expertos saben que la obesidad está asociada con una amplia gama de enfermedades, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, para algunos especialistas, una persona obesa puede a veces vivir en buena salud y su sobrepeso debe entonces considerarse solo como un factor de riesgo. Para otros, la obesidad es necesariamente un problema de salud, que debe considerarse como una enfermedad en sí misma. Esa es la opinión de la Organización Mundial de la Salud (OMS). GordofobiaEl debate abarca en parte cuestiones relacionadas con la lucha contra la discriminación. Activistas contra la gordofobia creen que no se debe estigmatizar su apariencia corporal juzgándola como patológica. Por contra, sería una caricatura resumir la controversia a una oposición entre pacientes y médicos. Entre los primeros, muchos consideran esencial ver la obesidad como una enfermedad, para ser tomados en serio y que se implementen políticas de salud pública lo suficientemente ambiciosas. Por el contrario, para muchos médicos se corre el riesgo de no responder adecuadamente a las necesidades de los pacientes si se toma la obesidad como una enfermedad única, en lugar de un factor de riesgo involucrado en enfermedades muy variables de un paciente a otro. Estas cuestiones adquieren una agudeza particular con la llegada de tratamientos muy eficaces para la pérdida de peso, como el conocido Wegovy. Dado que sus efectos secundarios aún plantean interrogantes, ¿deben prescribirse ampliamente o reservarse para los pacientes cuya salud está más afectada? El IMC no es suficiente Al final, «nadie tiene completamente razón y nadie está completamente equivocado», ha asegurado Francesco Rubino, cirujano de obesidad que ha presidido los trabajos de la comisión de expertos. Las nuevas recomendaciones intentan atajar la cuestión: la obesidad es una enfermedad… pero no todo el tiempo. Los expertos insisten primero en un punto que ahora ya está consensuado. El conocido índice de masa corporal (IMC), que refleja la relación entre el peso y la altura, es absolutamente insuficiente. Debería complementarse con otros exámenes para decidir si un paciente es obeso: medir su perímetro abdominal, por ejemplo, o, a través de técnicas de radiología, estimar la cantidad de grasa en el cuerpo. Pero incluso si un paciente es declarado obeso, los expertos no necesariamente juzgan que deba considerarse una enfermedad. A su juicio, solo si los órganos muestran signos de disfunción, la obesidad se vuelve «clínica». Si no se cumplen esas condiciones, la obesidad es «pre-clínica». En ese caso, no sería una enfermedad, sino un estado que requiere esencialmente medidas preventivas, y no necesariamente tratamientos médicos o quirúrgicos, para evitar una «sobremedicalización». Descontento generalizado Estas conclusiones consensuadas en el artículo corren, sin embargo, el riesgo de descontentar a ambos campos. Algunas asociaciones de pacientes simplemente no quieren escuchar que la obesidad no siempre sea una enfermedad. «Es contraproducente para el mensaje de salud pública», sentencia Anne-Sophie Joly, fundadora del Colectivo Nacional de Asociaciones de Obesos (CNAO), muy vehemente contra los expertos que, a su juicio, están desconectados de la realidad que viven pacientes obesos que no encuentran un seguimiento adecuado. Del mismo modo, el trabajo de la comisión tampoco satisface a los escépticos de la obesidad como enfermedad, como la psicóloga Sylvie Benkemoun, que preside el Grupo de Reflexión sobre la Obesidad y el Sobrepeso (GROS). «Es insuficiente, aunque tiene el mérito de iniciar una reflexión», comenta esta experta, estimando que los autores del trabajo no aportan muchas respuestas en términos de atención.