GAIAK

Retiran un estudio sobre glifosato tras años de advertencias sobre la implicación de Monsanto

Un estudio que durante un cuarto de siglo sirvió de coartada científica para minimizar los riesgos del glifosato acaba de ser retractado por conflictos de intereses. Durante todo este tiempo, aquel artículo había orientado decisiones regulatorias y reforzado el discurso de la industria.

Una pancarta se opone al glifosato y a la extrema derecha en una protesta contra los pesticidas, en París: «Glifosato contra los fachas». (Vincent KOEBEL | NURPHOTO VIA AFP)

Un influyente estudio que afirmaba que el glifosato no presenta riesgos graves para la salud fue retractado recientemente debido a presuntos conflictos de intereses, 25 años después de su publicación. Este estudio, entretanto, había guiado numerosas decisiones políticas a pesar de las advertencias sobre la integridad de sus autores.

Si bien algunos investigadores aplaudieron la retractación, su lentitud plantea dudas sobre la integridad de la investigación realizada sobre el ingrediente clave de Roundup, el herbicida más vendido del mundo.

Este producto del gigante Monsanto está en el centro de importantes debates políticos, especialmente en Europa, ya que sus riesgos para la salud son objeto de numerosos procedimientos legales.

Publicado en el año 2000 en la revista Regulatory Toxicology and Pharmacology, el artículo, ahora retractado, es uno de los más citados sobre el glifosato, especialmente por muchas autoridades gubernamentales que regulan su uso.

En su aviso de retractación, publicado la semana pasada, la revista cita una serie de deficiencias críticas: la omisión de ciertos estudios sobre los riesgos relacionados con el cáncer, la falta de divulgación de la participación de empleados de Monsanto en su redacción y la falta de divulgación de los beneficios económicos que los autores recibieron de Monsanto.

Elsevier, editor de la revista, aseguró a AFP que el proceso de revisión del estudio comenzó «en cuanto el actual editor jefe tuvo conocimiento de las preocupaciones sobre este artículo hace unos meses».

«Artículos fraudulentos»

Pero ya en 2002, una carta firmada por una veintena de investigadores denunciaba «conflictos de intereses, falta de transparencia y ausencia de independencia editorial» dentro de la revista científica, mencionando específicamente a Monsanto. El asunto salió a la luz en 2017 cuando se publicaron documentos internos de la empresa que revelaban el papel de los empleados de Monsanto en la redacción del estudio, ahora retractado.

Naomi Oreskes, coautora de una publicación de septiembre que detalla la enorme influencia del estudio, se mostró «muy satisfecha» con la tan esperada retractación. «La comunidad científica necesita mejores mecanismos para identificar y retractar artículos fraudulentos», declaró a la AFP la historiadora de ciencia de la Universidad de Harvard.

Las razones esgrimidas por la revista para retractar el estudio «coinciden perfectamente con lo que denunciamos en su momento», declaró a AFP Lynn Goldman, de la Universidad George Washington, cofirmante de la carta de 2002.

Gary Williams, uno de los autores del estudio retractado, no respondió a la solicitud de comentarios de la AFP. Sus coautores han fallecido.

«Probable carcinógeno»

Monsanto, por su parte, reiteró que su producto no presentaba ningún riesgo. Sostiene que su participación en el controvertido artículo, reconocido por la empresa, «no alcanzó el nivel necesario para reivindicar la autoría y se divulgó debidamente en los agradecimientos».

La empresa, adquirida posteriormente por Bayer, no ha comentado sobre la existencia de correos electrónicos internos en los que una científica de la empresa escribió que quería agradecer a un «grupo de personas» que trabajaron en este artículo, así como en otro estudio, «por su excelente trabajo» regalándoles camisetas de Roundup.

Comercializado en la década de 1970

El glifosato se comercializó como herbicida en la década de 1970, pero su adopción aumentó en la década de 1990, lo que hizo que el artículo del año 2000 fuera extremadamente influyente.

Clasificado en 2015 como «probable carcinógeno» por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, el glifosato está prohibido en el Estado francés para uso doméstico desde finales de 2018. La UE, por su parte, renovó en 2023 la autorización del uso del glifosato por 10 años, hasta 2033, por falta de acuerdo.

Cartel contra el uso de glifosato en Toulouse: «Extinción masiva: insectos, peces, pájaros... Glifosato, pesticidas: ¿seguimos?». (Alain PITTON/NurPhoto via AFP)

Nathan Donley, científico del Centro para la Diversidad Biológica, declaró a AFP que esta noticia probablemente no cambie la opinión favorable de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) bajo la administración Trump, que es decididamente proindustrial. Sin embargo, señala, podría llegar a oídos de los reguladores europeos. Sobre todo, señala Nathan Donley, este episodio es un ejemplo de un fenómeno más amplio dentro de la literatura científica.

«Estoy seguro de que hay muchos artículos similares, escritos por personas distintas a sus autores declarados y con conflictos de intereses no declarados», señala John Ioannidis, profesor de la Universidad de Stanford, «pero son muy difíciles de descubrir, a menos que se investiguen documentos de archivo».