Miren Saenz
INMORTALIZAR LA VIDA

Un pedacito del Archivo Bettmann

Los lectores de 7K, sobre todo los aficionados a la fotografía, probablemente conocen de sobra la firma Bettmann. Detrás de ese nombre se encuentra uno de los archivos fotográficos más grandes del mundo y una curiosa historia. Obviamente, un fondo visual de esa magnitud posee cantidad y calidad. Estas imágenes son una mínima parte de su fondo de armario.

Abriendo el reportaje, «Lavado de un cadáver para el entierro», una fotografía realizada en Japón en 1880.
Abriendo el reportaje, «Lavado de un cadáver para el entierro», una fotografía realizada en Japón en 1880. (Archivo BettmannGetty Images)

El Archivo Bettmann atesora una de las colecciones de fotografía histórica más importantes del mundo. Se trata de un fondo muy bien surtido y, aunque las cifras fluctúan -algunas fuentes hablan de 11 millones de negativos e impresiones y otras llegan hasta los 17 o 18 millones de imágenes-, lo que es indudable es que en esas imágenes se ha recogido parte de la vida y la historia de los siglos XIX y XX y continúan en el XXI de la mano de Getty Images. Sus contenidos lo abarcan casi todo con una diversidad temática enorme en la que caben desde acontecimientos notables y momentos icónicos, hasta la vida cotidiana reflejada en el día a día de distintos lugares del planeta.

El fundador de este fondo fue Otto Ludwig Bettmann, nacido el 15 de octubre de 1903 en Leipzig, Alemania, y fallecido el 1 de mayo de 1998 en Boca Ratón, Florida. Quizás haya que conocer algunos de los datos de su biografía para acercarse un poco más a su obra. Aficionado desde chaval a la literatura y a la música, el pequeño Otto creció en un entorno en el que las ciencias y las artes estaban en boga.

Miembro de una familia acomodada, su padre fue un reputado cirujano y médico ortopédico al que su madre ayudaba en su consulta privada encargándose, entre otras cosas, de la contabilidad. Otto estuvo a punto de seguir los pasos de su padre, pero se le adelantó su hermano y en la familia consideraron que con dos médicos era suficiente, así que se matriculó en Historia en la Universidad de Leipzig, carrera que compaginó con Literatura Alemana y Filosofía. Tras graduarse a los 24 años, empezó a trabajar para la editorial musical C.F. Peters. Allí aprendió, además de otros aspectos del negocio, tareas como la compraventa, la publicidad, la edición o la impresión, que luego le vendrían muy bien. En 1928 se trasladó a Berlín, foco cultural del momento, donde empezó a familiarizarse con la fotografía mientras trabajaba en distintos museos. Con el crecimiento del nazismo fue despedido por ser judío.

 

Reconocimiento aéreo, con un oficial francés cartogra - fiando el terreno en 1870. Abriendo el repor - taje, «Lavado de un ca - dáver para el entierro», una fotografía realizada en Japón en 1880. (Archivo Bettmann / Getty Images)

La Torre Eiffel, símbolo de París, aparece al fondo mientras Hitler y su séquito recorren la capital de la República francesa durante la ocupación nazi el 1 de junio de 1940. (Heinrich Hoffmann / Archivo Bettman / Getty Images)

«A la Silla Eléctrica en la Prisión de Sing Sing NY». (Archivo Bettmann / Getty Images)

«Luces y sombras» y, al fondo, los paseantes en el parisino Bois de Boulogne (1938). (Archivo Bettmann / Getty Images)

James Gould y Leslie Dutka, de dos años, se dan un beso en el lago Michigan (1948). (Archivo Bettmann / Getty Images)

Una mujer tomando el sol con un chimpancé. El título original es «Con el aceite bronceador en su lugar, Cheta y Pat se relajan» (1949). (Archivo Bettmann / Getty Images)

LA PRIMERA PIEDRA

Convertido en un refugiado judío alemán, en 1935 huyó de Berlín a Nueva York con un equipaje que incluía un par de baúles repletos de fotografías, unas 15.000, la base de su futuro negocio que con el paso del tiempo el historiador y fotógrafo siguió ampliando durante años con la adquisición de otras colecciones como la Colección Gendreau de Americana en 1967; la Underwood & Underwood con negativos e impresiones que abarcaban desde finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial en 1971, y en 1984, la colección de United Press International.

Bettman, un perfeccionista que revisaba personalmente cada fotografía, lo que le llevaba a desechar abundante material, consideraba que una buena imagen «debe expresar el tema y ser reproducible». En definitiva, reflejar los momentos de la vida: graciosos, tristes, irónicos, horribles, espectaculares, sencillos... También conocido como “The Picture Man”, llegó en el momento perfecto, cuando empezaba la fotografía de stock. El fotoperiodismo se hacía un sitio y, con él, la demanda de imágenes para periódicos, revistas o soportes publicitarios, que originó el nacimiento de agencias de publicidad y fotografía, y ayudó a prosperar al archivo Bettman surtiendo a editoriales, prensa, anuncios...

 

Bajo la supervisión de un soldado, alemanes de Nordhausen cavando tumbas para el entierro masivo de prisioneros muertos en ese campo de concentración (1945). (Archivo Bettmann / Getty Images)

Una madre vietnamita y sus hijos cruzan un río, huyendo de un bombardeo de aviones estadounidenses sobre Qui Nhon. La foto, ganadora del Premio Pulitzer, está tomada en septiembre de 1965. (Archivo Bettmann / Getty Images)

Desde un segundo avión, se puede ver un avión de American Airlines volando hacia Manhattan y sus rascacielos. Justo debajo del avión se encuentra el edificio que entonces era sede del Ejército estadounidense en Governor's Island. (Archivo Bettmann / Getty Images)

La modelo Bunny Yeager posa en bikini en 1952 en Miami Beach, apuntando con una pistola de rayos y con un casco espacial en la cabeza. (Archivo Bettmann / Getty Images)

Alfred Hitchcock juega con una lupa en el set del programa «Alfred Hitchcock Presents», que se emitió entre 1955 y 1965. (Archivo Bettmann / Getty Images)

EN TODAS LAS RETINAS

Bettman fue el propietario de fotos reproducidas hasta el infinito, como esa de los obreros de la construcción almorzando tranquilamente a la altura de los rascacielos de Nueva York en uno de aquellos travesaños de acero suspendidos en el vacío, o de Marilyn, a la que la cámara adoraba desde que en 1944 fue retratada cuando todavía era Norma Jeane y trabajaba en una fábrica de municiones hasta convertirse en la famosa Monroe. Hay más: Albert Einstein sacando la lengua o Rosa Parks y su gesto contra el racismo y la desigualdad, en la imagen de la derecha. Y es que este fondo alberga una variedad en la que conviven la historia con la política, la moda, el cine, la vida y la muerte, la alegría y el dolor, lo excepcional con lo cotidiano... Porque cualquier cosa servía de material para su fondo: desde los utensilios de una barbería a la temática sexual, que Bettmann incluyó tras la Segunda Guerra Mundial cuando trasladó su oficina al número 215 de la calle 57 Este y hasta su esposa Anna y sus tres hijos le ayudaban recortando imágenes de revistas de contenido erótico.

Fue un visionario que se adelantó a su tiempo con algunos de sus dibujos que hubieran encajado en el actual mundo tecnológico. También escribió e ilustró libros. Era una persona reconocida y el negocio funcionaba. En 1979 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Atlántica de Florida (FAU), donde ejerció como profesor adjunto en el departamento de Historia.

 

Rosa Parks se sienta en la parte delantera de un autobús en Montgomery, Alabama, después de que la Corte Suprema declarara ilegal la segregación en los autobuses urbanos en 1956. (Archivo Bettmann / Getty Images)

Elvis Presley, aclamado por sus fans mientras canta en el escenario en 1956. (Archivo Bettmann / Getty Images)

El saltador de longitud Bob Beamon bate el récord mundial en los Juegos Olímpicos de 1968. (Archivo Bettmann / Getty Images)

En 1981, Bettmann vendió su archivo a la Organización Kraus-Thomson, una pequeña empresa editorial; diez años después, esa empresa superaba los cincuenta empleados. En 1992 publicó su autobiografía “Bettmann: The Picture Man”, coescrita por Skipp Sheffield. En 1995, Bill Gates, el magnate de Microsoft, compró el Archivo Bettmann de Kraus-Thomson a través de su agencia fotográfica Corbis. Bettmann tenía entonces 92 años. Ese año viajó a Leipzig por primera vez desde 1935, aunque había decidido no volver jamás. Ya se había acostumbrado a la vida americana, aunque mantuvo su acento alemán. En 2016, Gates vendió Corbis, y con ella el prestigioso archivo, a Visual China Group (VCG), una de las grandes empresas de licencias de imágenes asociada con la estadounidense Getty Images para su preservación y distribución. El archivo, que estaba guardado en Manhattan, acabó en la Instalación Nacional de Almacenamiento Subterráneo de Iron Mountain, una antigua cantera de piedra caliza situada a 67 metros bajo tierra en Pensilvania. Sobra decir que sus imágenes llevan años circulando por internet.

Modelos desfilando con la colección de otoñoinvierno de la temporada 1971-1972 de Guy Laroche. (Archivo Bettmann / Getty Images)


Angela Davis en la rueda de prensa tras quedar libre bajo fianza el 24 de febrero de 1972. (Archivo Bettmann / Getty Images)

Integrantes del equipo de fútbol americano Cincinnati Bengals firman autógrafos a un aficionado en 1973. (Archivo Bettmann / Getty Images)

Activistas indios haciendo guardia en Wounded Knee (1973). (Archivo Bettmann / Getty Images)

Adolescentes panameñas posan en 1983 en Isla de San Blas con el traje tradicional, uno de los atuendos indígenas más espectaculares de América. (Archivo Bettmann / Getty Images)