MIKEL INSAUSTI
CINE

«By the Sea»

Los ricos del cine también lloran. Se habla de crisis en la pareja hollywoodense formada por Brad Pitt y Angelina Jolie, y en parte puede que se deba al estrepitoso fracaso de la película “By the Sea”, producida por él y escrita y dirigida por ella. De los diez millones de dólares invertidos, en la taquilla estadounidense solo han recuperado unos 400.000 euros, por lo que de nada ha servido que fuera el primer encuentro estelar del matrimonio desde que diez años atrás protagonizaran “Mr. and Mrs. Smith” (2005). Si el público les ha dado la espalda, no digamos ya la crítica, que ha cuestionado un trabajo demasiado pretencioso y autocomplaciente. Esto confirma que para vender una película, no basta con la alianza entre dos famosos, acostumbrados a salir a diario en la crónica rosa.

El descalabro del tercer largometraje de Angelina Jolie, que aquí tiene previsto estrenarse en primavera con el título de “Frente al mar”, supone un serio revés para la carrera cinematográfica de la famosa, obsesionada con la idea de consagrarse como autora de películas. La cuestión es que tiene pendiente el proyecto “Africa”, que también iba a ser protagonizado por Brad Pitt y que versa sobre la figura del paleontólogo Richard Leakey, que denunció a finales del siglo pasado las matanzas de elefantes en Kenia. En ese sentido, de rodarse, mantendría la actividad filantrópica en su cine de la hija del actor Jon Voight, presente desde su ópera prima “En tierra de sangre y miel” (2011). Si dentro del cine independiente siempre va a tener un posible hueco, en las grandes producciones le va a resultar más difícil repetir, al no llegar a convencer con su biopic épico “Invencible” (2014).

Con “By the Sea”, Angelina Jolie ha pretendido formar parte de la tradición de grandes cineastas americanos influenciados por el cine de autor europeo, que cumplen su sueño de rodar en el viejo continente. Al elegir un drama romántico y existencialista con vocación experimental, evoca la obra maestra de Stanley Donen “Dos en la carretera” (1967), protagonizada por Audrey Hepburn y Albert Finney. Igualmente se siente la influencia de la trilogía de Richard Linklater iniciada con “Antes de amanecer” (1995), así como de la imagen perdurable de Ethan Hawke y Julie Delpy. Y, por supuesto, todos ellos han bebido como fuente común de “Viaggio in Italia” (1954), en la que Roberto Rossellini dirigió a su esposa Ingrid Bergman y a George Sanders.

Aunque el grueso de “By the Sea” ha sido rodado en la isla de Malta, la pareja protagonista de la película viaja por la Costa Azul. En los interiores de sus lujosos hoteles es donde se desarrolla la decadencia de su relación sentimental, porque ya no tienen nada que decirse. La pérdida de la pasión les llevará a un acto voyeurista, ya que espían a los huéspedes de la habitación contigua cuando hacen el amor. La pareja que es espiada la componen los nativos Mélanie Laurent y Melvil Poupaud, mientras que el reparto principal lo completan por la parte francófona Niels Arestrup, Richard Bohringer y Sarah Naudi. Un auténtico lujo que muy pocas producciones transoceánicas se pueden permitir, máxime con el añadido de Gabriel Yared a cargo de la composición musical y Christian Berger de la fotografía. Unos créditos técnico-artísticos desaprovechados por Angelina Jolie, que filma con una estética publicitaria que confiere al conjunto el aire frívolo de un anuncio de perfume caro.

Hasta ahora la prensa especializada había sido bastante paciente con los esfuerzos de Angelina Jolie por escribir y dirigir películas, a pesar de no demostrar ningún talento para ello. Pero es que en “By the Sea” es, además, la estrella en pantalla, por lo que ha sido tachada de vanidosa, cuando no directamente de niña rica caprichosa.