XANDRA ROMERO
SALUD

Propósitos de Año Nuevo

Según publicaba a principios de 2012 la revista “Time”, los propósitos de Año Nuevo relacionados con la salud que nos hacemos con más frecuencia son perder peso y mantenernos en buena forma física, comer sano y tener una dieta equilibrada, dejar de fumar y beber menos alcohol.

Sin embargo, de acuerdo con un estudio realizado hace unos años por el sicólogo Richard Wiseman, solo el 12% de las personas consigue lo que se propone cada año nuevo. Wiseman también detectó que los hombres tienen más éxito cuando se unen a otros con un mismo objetivo y que las mujeres lo tienen más fácil a la hora de alcanzar sus objetivos cuando hablan de ellos con amigos y familiares.

Y es que por más que los disfracemos de propósitos de Año Nuevo, lo cierto es que normalmente se trata de cambiar o crear nuevos hábitos. Y es aquí mismo donde reside el problema, porque un hábito no se crea o se cambia con la “magia” del nuevo año, ya que es, por definición, el resultado de una acción que repites frecuentemente de forma inconsciente y que define tu estilo de vida.

Entonces, ¿cuáles son las claves para ser más saludable este 2016? Primero, recuerda que, como dijo el historiador romano Tito Livio, cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito. Con esto me refiero a que los hábitos implican voluntad a largo plazo, es decir, no por apuntarme al gimnasio y comprarme el último modelo voy a cumplir mi propósito; tengo que hacer el esfuerzo de ir.

Lo segundo es bajar las expectativas y adecuarlas a cada uno. Pocas personas son las que pueden cambiar su alimentación de raíz, es decir, que sean capaces de seguir una dieta completa y hacer que esos cambios perduren en el tiempo.

Sin embargo, para ser saludable basta con incorporar unos pequeños cambios alimenticios como estos:

• Planifica las comidas (haz una lista de la compra, cocina y distribuye durante la semana, etcétera).

• Realiza entre cinco y seis comidas al día (o adecúa tus ingestas a tus horarios y vida en general).

• Controla y reduce los azúcares simples (elige alimentos que estén libres de azúcares añadidos; verifícalo en el listado de ingredientes).

• Aumenta tu consumo de fibra (incluye una o dos piezas de fruta cada día, cambia a cereales integrales, come legumbres tres días a la semana).

• Reduce y evita las grasas trans, hidrogenadas y de mala calidad (en general, evita la bollería, las galletas, y los precocinados).

Según un estudio publicado en la revista “Health Education Research” en 2007, propósitos como tratar de comer menos calorías son poco exitosos a la hora de realizarlos, ya que la clave está en cambiar la perspectiva que se tiene de la acción a realizar; por ejemplo, en lugar de decir que quieres comer menos calorías, piensa que vas a comer dos piezas de fruta al día. Además, si incluimos una motivación ética positiva como, por ejemplo, voy a disminuir mi consumo de carne para mejorar el medio ambiente, la probabilidad de cambio será mayor.

Respecto al ejercicio físico, más de lo mismo. Un estudio demostró cómo personas que no hacían ejercicio y comenzaron a hacerlo solo diez minutos (tres veces por semana) lograron mejorar su presión arterial y controlar la glucosa en sangre.

Recuerda: haz una lista corta y concreta cambios que sean factibles para ti.