C on motivo del nacimiento en un zoológico chino de una camada de osos panda, símbolo mundial de WWF (World Wildlife Fund), es noticia su descubridor, el labortano padre Armand David. Este científico y aventurero nació en 1826 en Ezpeleta (Lapurdi), donde su padre era médico y alcalde, e introdujo a sus hijos en el conocimiento de la flora y fauna vasca. Armand se hizo religioso de la orden lazarista.

En 1858, las potencias occidentales obligaron al emperador chino a firmar el tratado de Tien Tsin, que permitía el libre comercio y a los misioneros cristianos el derecho a evangelizar China. El Gobierno francés pidió ayuda a las órdenes religiosas para buscar datos científicos con los que nutrir su Academia de Ciencias.

Al padre David lo enviaron a China, estudió el idioma y, sin ninguna obligación evangelizadora, exploró a pie China y Mongolia a cuenta del Estado, que le proporcionó los fondos para hacer tres viajes.

Un día, cuando el descubridor del emblemático oso panda miraba por encima de una tapia en el parque de caza imperial de Pekín, vio por primera vez al que bautizaría como ciervo del Padre David, un animal mítico que los chinos llamaban «ninguno de los cuatro», porque creían que era una mezcla de cuatro animales. Tiene cuernos de ciervo parecidos a ramas de arbusto en invierno, cuello de caballo, patas de vaca y cola de asno. Este ciervo está extinguido en estado salvaje y solo se conserva en zoos.

Otro de sus hallazgos fue el mono dorado chino, que tiene la cara verde azulada o turquesa, nariz chata en una cabeza de color naranja y la espalda cubierta de pelo dorado.

Entre las plantas que, en reconocimiento a su labor, llevan su nombre está el árbol de los pañuelos (Davidia involucrata), cuyas flores tienen brácteas largas que recuerdan a pañuelos blancos aleteando con la brisa. Es un árbol ornamental que no soporta la contaminación.

También está Buddeia davidii o árbol de las mariposas, con espigas florales fragantes de color púrpura que atrae a las mariposas. Es una invasora que constituye una amenaza para la plantación autóctona. Y, finalmente, la Rosa davidii, una rosa perfumada con flores pequeñas rosas y un centro blanco del que sobresalen estambres dorados.

Armand David aportó el descubrimiento de cientos de insectos, pájaros y mamíferos desconocidos en Europa. Murió en París en 1900 siendo miembro de la Academia de Ciencias del Estado francés.