TERESA MOLERES
SORBURUA

Trepadoras en verano

Clematies y glicinias,una vez instaladas, necesitan pocos cuidados a parte de la poda invernal. Sin embargo, en el caso de las glicinias tanto si están sujetas a un muro o sobre un tutor, una ráfaga de viento fuerte puede desestabilizarlas y tirar la corona florida al suelo. La solución es fácil, basta con recortar las ramas para aligerarlas y fijarlas de nuevo. Si tiene una herida se curará sola. Otra característica de la glicinia es que durante el verano producen gran cantidad de ramas desordenadas. Se impone cortarlas hasta dejar solo dos hojas en la base. Si en el tronco o en la base aparecen retoños, es conveniente arrancarlos de un golpe seco.

En el caso de las clematies, la cantidad de semillas que producen envueltas en hilos algodonosos para facilitar su dispersión puede ser un problema, porque al germinar estas semillas la aparición de brotes de manera anárquica por el jardín dan un trabajo añadido. Para evitarlo, es aconsejable recogerlas cuando están húmedas por el riego o la lluvia, dejarlas secar y quemarlas.

Tanto para reproducir glicinias o clematies lo que mejor funciona es el acodo. Es suficiente con poner en el suelo una capa de tierra de mantillo y sobre ella una rama joven de un año que mantendremos sujeta con una piedra o un arco metálico. En otoño se planta en el lugar elegido.

Los rosales trepadores pueden tener hasta decenas de metros. El récord actual parece estar en 60 metros. También es un récord la cantidad de rosas que producen, algunas perfumadas, aunque solo una vez al año. Cuando el soporte es un túnel o una pérgola, los rosales deben plantarse distanciados para permitir la entrada de luz y el crecimiento de césped u otras plantas a sus pies.

Un rosal trepador interesante es el vigoroso “Peace and Love” que se cubre de flores rojas con el corazón blanco. De crecimiento rápido y follaje caduco verde brillante es resistente a las enfermedades. Es preciso reducir sus ramas en un tercio en febrero-marzo y regarlo de manera regular los dos primeros veranos; luego, solamente en tiempo seco.

Los rosales se reproducen muy bien por esquejes. Es suficiente con cortar una ramita del año, humedecerla, tratarla con un fungicida ligero e hincarla en un sustrato también ligero y fresco. Luego, cubrirlo con una bolsa de plástico a la sombra hasta que eche raíces.