HELENA SALAS & CARLOS PATIñO
PILATES

El triángulo invertido

La postura del triángulo invertido, conocida como Parivrtta trikonasana en sánscrito, estira especialmente los músculos de la pantorrilla y la corva. Además ayuda a estirar y fortalecer diferentes músculos como los gemelos, los isquiotibiales, los oblicuos y el deltoides y sirve también para desarrollar y mejorar el equilibrio. Es un reto de equilibrio y, si resulta difícil, puedes practicar la postura contra la pared.

Nivel: Intermedio-avanzado

Posición inicial: De pie con la espalda erguida. Da un gran paso lateral separando mucho las piernas, orienta los pies tal como se indica en la ilustración y abre los brazos en cruz, a la altura de los hombros con las palmas hacia abajo. Inspira por la nariz abriendo las costillas.

Ejecución: Exhala por la boca girando lentamente el tronco 90 grados, mientras inclinas el cuerpo hacia delante, bajando todo lo que puedas llevando la mano derecha al pie izquierdo. Dirige el otro brazo hacia el techo y gira la cabeza para mirar hacia arriba. Mantén la posición de diez a veinte segundos. Repite después hacia el otro lado.

Puntos clave:

- Antes de comenzar separa mucho las piernas, dando un paso lateral de un metro aproximadamente. Debes sentir cierta tensión en la parte interior de los muslos.

- Las dos piernas permanecen estiradas en todo momento y los pies deben estar bien orientados y alineados (en una misma línea).

- Desciende las escápulas y los hombros llevándolos lejos de las orejas y coloca los brazos en cruz tirando desde las puntas de los dedos.

- Antes de descender, gira lentamente el tronco 90 grados.

- No te preocupes si no llegas hasta el suelo. Apoya la mano en la pierna contraria, lo más cerca del tobillo que puedas.

- Apunta con la otra mano hacia el techo y dirige tu mirada en esa dirección. No permitas que el brazo caiga.

- Alarga tu columna desde el coxis hasta la coronilla.

- Respira tranquilamente tomando el aire por la nariz y expulsándolo por la boca.

Variaciones:

- Tumbada boca abajo en el suelo con la frente apoyada sobre el dorso de las manos.

- Apretando los talones sin elevar los muslos.

- Manteniendo la presión de los talones varios segundos.

Si tienes algún problema en la columna o algún trastorno de salud consulta con tu médico o fisioterapeuta antes de realizar estos ejercicios.