La convocatoria de huelga para este verano realizada por los trabajadores del aeropuerto de Loiu supone que las personas usuarias tendrán que tomar precauciones por lo que pueda pasar en el caso de que tengan previsto realizar viajes en ese periodo. En principio, estos paros van a afectar a los servicios aeroportuarios en los días festivos y los domingos de julio, agosto y primeros de setiembre, fechas de gran afluencia de viajeros.

Como en la mayoría de huelgas de servicios, los usuarios somos la moneda de cambio y habrá quienes sean solidarios con los huelguistas y quienes, por contra, se enfaden por las molestias que les causen estas protestas.

Aunque la huelga esté anunciada con tiempo de antelación, existen una serie de contratiempos de los que solo nos percatamos cuando nos ocurre algo. El caso más común es el de los retrasos en las salidas en el aeropuerto de origen. Ante esta situación, el viajero debe hacer valer sus derechos solicitando al personal de la aerolínea la entrega de un impreso con las condiciones de asistencia y compensación. Puede haber posibilidades de reembolso si la demora excede de cinco horas o más y si la persona afectada decide no viajar. Cuando el retraso es de entre dos y cuatro horas, las compensaciones económicas y la asistencia son en función de las distancias de los vuelos.

Otro handicap en los aeropuertos suele ser el de pérdida, retraso o deterioro del equipaje. Si se han sufrido daños o no aparecen maletas o mochilas, se debe reclamar ante la compañía aérea, que es la que debe reparar o restituir el daño causado ya que ella es la responsable del equipaje facturado.

Ante cualquier irregularidad con el equipaje, bien sea por pérdida, daño o retraso, habrá que comunicarlo inmediatamente y antes de abandonar el aeropuerto en los mostradores de la compañía aérea correspondiente. Si esta no tuviera presencia en la terminal, se debe reclamar a su agente o representante en los mostradores habilitados en el aeropuerto. Se nos hará entrega de un parte de irregularidad de equipaje (PIR) que deberemos conservar hasta resolver el incidente.