BERTA GARCIA
CONSUMO

Pisos para estudiantes

El inicio del nuevo curso universitario es ya una certeza, aunque tiene sus luces y sombras en cuanto al tema de la presencialidad o la combinación con lo virtual. El caso es que muchos jóvenes, aunque tarde, andan a la búsqueda de un piso de alquiler o una habitación donde vivir todo el curso. Como siempre, lo tienen difícil por la escasa oferta de alquileres y los altos precios, con el inri del fantasma del covid-19 por un “si acaso” de posibles alertas sanitarias. Con todo, y porque la vida sigue, los consejos básicos vienen bien sabiendo de antemano que el riesgo cero no existe.

En el tipo de contrato de alquiler por temporada se dan una serie de condiciones distintas al de arrendamiento urbano, ya que el meollo no está en el plazo de duración sino en su finalidad, y tal como establece la ley «fundamentalmente el contrato se regirá por la voluntad de las partes». Pero cuidad porque las partes son dos y ambas opinan al redactar cláusulas, sobre todo la que recoja un supuesto nuevo confinamiento con cancelación del contrato.

Contratos de alquiler. En general en este tipo de alquiler pueden darse dos supuestos a la hora de formalizar el contrato : a) que el arrendatario sea una sola persona, y en cuyo caso tan solo ella será la única responsable a todos los efectos, ó b) que sean varias las que firmen para que el arrendamiento sea solidario y de esta forma que sean co-arrendatarias y cada una responda de la totalidad de la renta en caso de impago, independientemente de que una haya satisfecho su parte. En el supuesto de que se recoja la llamada “cláusula covid”, si se cancela el contrato él o los inquilinos deberán llevarse todas sus pertenencias dejando libre el piso.

Sobre la fianza en este tipo de alquileres suele primar el aval de garantía más que el depósito de una o dos mensualidades, y suele ser la familia la que avale con el fin de que se cumplan las condiciones económicas.

Para evitar malos entendidos conviene hacer inventario del mobiliario y estado de la casa, para de esta manera prevenir en lo posible la penalización del fin de curso.