Gotzon Uribe
Crítico musical
MÚSICA

Loma

El 26 de diciembre de 2018, Emily Cross recibió un correo electrónico de un amigo en el que le comentaba como Brian Eno estaba hablando de su banda en la radio inglesa BBC. Eno alababa el tema “Black Willow” del debut homónimo de Loma, una canción cuyo groove minimalista y un estribillo hipnótico parecían narrar una despedida en formato de manifiesto.

En ese momento concreto parecía improbable que un segundo álbum de Loma viese la luz. La banda comenzó como una colaboración fortuita entre Cross, el talentoso músico e ingeniero de grabación Dan Duszynski y el líder de la banda Shearwater, Jonathan Meiburg. Habían coronado una exitosa gira con un memorable concierto en una playa abarrotada en el festival SPF 30 de Sub Pop; un pico emocional que también se sintió como un final natural.

Después de la gira, Cross se marchó a una zona rural de México para trabajar en un posible disco en solitario, mientras que Meiburg volvió a reactivar Shearwater. Pero después de pasar unos meses separados –y tras las alentadoras palabras de Eno–, el trío cambió de opinión y se volvió a reunir en la casa de Duszynski en Texas, donde comenzaron a desarrollar canciones que se plasmarían en su nuevo disco, “Don’t Shy Away”.

Meiburg compara su proceso con el uso de una tabla ouija en el que las canciones se fueron revelando lentamente durante muchos meses: «Cada uno de nosotros tenemos una personalidad musical muy fuerte, pero en Loma nadie ejerce de líder. Tenemos que confiar el uno en el otro y terminamos en lugares sonoros a los que ninguno hubiera llegado en solitario. Creo que todos queríamos volver a experimentar esa sensación». Su nuevo álbum es un trabajo que transcurre con suavidad, una obra vivida sobre temas como la soledad, la impermanencia o encontrar luz en la oscuridad más profunda.

“Don’t Shy Away” está plagado de revelaciones tanto alegres –“Given a Sign”–, como sombrías –la canción que da título al disco–. Los insectos cantan en los árboles, una puerta mal ajustada cruje con el viento o se desliza el clarinete de Cross, que suena como una extensión de su voz a la hora de cantar. El paisaje desértico de “Ocotillo” se convierte en un sol abrasador; “Elliptical Days” parece ascender interminablemente o el jubiloso “Breaking Waves Like a Stone” surge entre una bruma de sintetizadores. Una serie de invitados deambulan por estos paisajes sonoros, incluidos los miembros de su banda en gira: Emily Lee (piano, violín), Matt Schuessler (bajo), Jenn Wasner de Flock of Dimes / Wye Oak y una sección de vientos.

Y luego está Brian Eno. Lo invitaron a participar en el tema “Homing” que cierra el álbum, nunca habló directamente con la banda, pero una noche su mezcla completa les llegó por correo electrónico. El resultado es un mantra minimalista pero envolvente, enigmático y un final perfecto para un álbum que gira en torno al concepto de encontrar un nuevo hogar dentro de uno viejo.

CD AIPAGARRIA

 

Cabaret Voltaire

“Shadow Of Fear” • Mute, 2020 • Indie

“Shadow Of Fear” es el primer lanzamiento de Cabaret Voltaire en 26 años con Richard H. Kirk como único miembro activo. El resultado es un álbum que desafía la categorización. El tono y la personalidad de Cabaret Voltaire están aquí arraigados en su esencia, ya que baila a través del techno, el dub, el house y las exploraciones esotéricas. Es un viaje por la historia de la música electrónica que llega a un nuevo destino. Cabaret Voltaire siempre ha sido un grupo adelantado a su tiempo, incluso profético a veces, y este álbum continúa esa evolución donde, de alguna manera, sus canciones capturan el estado actual de las cosas. Corrientes como el surrealismo siempre han sido muy importantes y siguen presentes en su nuevo trabajo sin ser un disco cargado de nostalgia.