Laura Díez
PANORAMIKA

Memorias fragmentadas

Una de las obras de Gema Intxausti, que hace referencia a Clara Campoamor, y forma parte de la exposición «Y el ardor».
Una de las obras de Gema Intxausti, que hace referencia a Clara Campoamor, y forma parte de la exposición «Y el ardor». (www.lataller.com)

La investigación a través de la forma, de los gestos, para hablar del no monumento como aquel elemento que no es ajeno a las barbaries que le rodean, aterriza, envuelve y emerge del sustrato. Tal y como establecía Rosalind Krauss, planteando el lugar como el monumento en sí, aquel que sufre las consecuencias. Homenajes colectivos que resuenan y se entrelazan sin sacar al sujeto y a los civiles del foco de atención. Memorias fragmentadas que se abren paso a lo largo del tiempo.

“Y el ardor” es la exposición que plantea Gema Intxausti (Gernika-Lumo, 1966) para el particular espacio de La taller y que se puede visitar hasta el 10 de mayo en el barrio Solokoetxe de Bilbo. Las cuatro obras presentan un recorrido en base a tres mujeres: Francesca Plaminikova, Clara Campoamor y Dulcie September, sobre las cuales Gema investiga y conecta con sus experiencias. Las obras de Intxausti no solo evocan recuerdos, sino que también cuestionan la forma en que percibimos y reconstruimos el pasado, poniendo de manifiesto la fragilidad de la memoria y la subjetividad de la experiencia.

“Carta abierta” está dedicada a Plaminikova, política checa que escribió una carta a Hitler acusándolo de invadir Checoslovaquia y que fue una gran defensora de los derechos de la mujer. En este collage de papel hay elementos que confluyen y se superponen; formas rígidas y líneas decididas se asientan, mientras que en la parte superior las discontinuas pueden dar lugar a otros desenlaces. En otra pieza, Gema nos presenta a una Clara Campoamor mayor, con los ojos tapados y con una sonrisa; un dibujo que genera un magnetismo inexplicable que quizás tenga que ver con las incógnitas que esconde la obra. El rostro de Clara emerge sobre una peana dislocada realizada a partir de dos dibujos de trazos apretados realizados en tiempos dispares.

La pieza dedicada a Dulcie, a quien mataron en París tras investigar la venta de armas francesas a Sudáfrica, consiste en tres placas, la primera es el plano de Gernika en 1939, la segunda es el centro del municipio con el trazado de antes y después del bombardeo, y la última, una placa con su nombre y datos. Este trabajo se realiza en base a una placa que Gernika le dedica, ya que en 1987, por el 50º aniversario del bombardeo, fue invitada a dar una conferencia.

En la cuarta pieza podemos ver una secuencia narrativa donde una serie de sutiles dibujos invitan al público a reconstruir sus propias narraciones a partir de los vestigios del pasado. Podemos ver desde piezas de Eva Hesse, Manzoni o Warhol, hasta el retrato de Paloma Chamorro. Todas estas imágenes son referencias de una charla que tuvo lugar en el marco del simposio “La mirada feminista”, organizado por Lourdes Méndez y Xabier Arakistain en Artium. Estos dibujos formarán parte del libro “Int. Fotomatón. Día” que el museo gasteiztarra editará en breve.