La artista multidisciplinar Jenna Basso Pietrobon desafía las normas de la producción en serie con su proyecto “Break the Mold”, una colección de lámparas y jarrones que celebran la belleza de la imperfección y la individualidad. Inspirada por el legado de su abuelo, fabricante de lámparas de cerámica en Nove, Italia, Basso Pietrobon transforma moldes industriales en herramientas para crear piezas únicas y expresivas. En lugar de seguir el proceso convencional de vaciado, la artista retira las formas de los moldes antes de que el barro se endurezca por completo, modelándolas manualmente para obtener siluetas dinámicas que desafían la estabilidad tradicional. Los jarrones, por su parte, evocan las fábricas vacías de Nove y cobran vida al ser llenados con flores, simbolizando la revitalización que Basso Pietrobon imagina para su ciudad natal. Comprometida con preservar el patrimonio cerámico de Nove, la artista fundó The Fondamenta, una iniciativa que ofrece oportunidades de empleo y formación a artesanos locales y jóvenes, asegurando la continuidad de esta tradición artesanal. A través de Break the Mold, Jenna Basso Pietrobon no solo reinterpreta la artesanía tradicional, sino que también invita a una reflexión más amplia sobre la producción, la identidad y la transformación en el diseño y en el arte contemporáneo. Os recomiendo que echéis un vistazo a su web y al documental que recoge la creación y fabricación de Break the Mold. https://jennabassopietrobon.com/

Eclipse

Hay algo hipnótico en mirar la luna. Quizá sea por esa antigua creencia de que influye en nuestro sueño, nuestro ánimo o incluso en nuestras decisiones. O tal vez sea por la emoción universal que sentimos ante un eclipse, cuando por unos minutos el mundo parece detenerse para mirar al cielo. La Moonbeam Lamp, diseñada por Pell para Poltrona Frau, captura justo ese momento: una fina línea de luz suspendida como si acabara de cruzar la sombra de la tierra. Su base de latón sostiene un disco de cuero Pelle Frau, disponible en una gama de colores sobrios y elegantes, que se superpone a un círculo de vidrio esmerilado. Este juego de formas y materiales da como resultado un haz de luz en forma de luna creciente, sutil y evocador. La lámpara no solo es una pieza escultórica, sino también una experiencia sensorial. Incorpora iluminación LED tenue, ideal para crear una atmósfera íntima, y permite ajustar el color de la luz entre blanco, azul y rojo, evocando las distintas fases lunares. Como si la luna, con todo su simbolismo emocional, hubiese decidido instalarse en nuestro salón. Una luminaria que no solo ilumina, sino que invita a soñar y, si te pones, a soltar un aullido cuando haga falta. https://www.poltronafrau.com/

Danza

Pocas veces un diseñador consigue trasladar tan bien su universo personal a los objetos que crea como lo hace Jaime Hayon. Con su inconfundible estilo lúdico y teatral, el creador madrileño vuelve a desdibujar las fronteras entre arte, diseño y emoción con Danza, su nueva colección presentada junto a la firma italiana Ghidini 1961. Esta serie de esculturas funcionales -compuesta por candelabros, jarrones y tótems decorativos- está pensada para aquellas personas que buscan rodearse de objetos que no solo cumplan una función, sino que también inspiren, cuenten historias y aporten carácter al espacio. Danza no se adapta al entorno: lo transforma. Cada figura, con su brillante superficie metálica, parece contener un gesto, una emoción o un instante suspendido en el tiempo. Las formas casi antropomorfas de las piezas, las curvas que recuerdan al movimiento corporal y los volúmenes redondeados evocan ese instante en el que el diseño deja de ser objeto y se convierte en compañía. Hayon consigue que sus creaciones parezcan tener vida propia, como si acabaran de detener su coreografía para quedarse contigo en casa. No es casualidad que se haya inspirado en la danza como metáfora de la expresión libre y emocional. En un momento en que la funcionalidad domina muchos discursos sobre interiorismo, Danza nos recuerda que también necesitamos rodearnos de piezas que nos hagan sonreír, que nos conecten con lo lúdico, lo bello, lo inesperado. Objetos que estén ahí simplemente para alegrarnos el día o convertir una estancia cualquiera en un escenario emocional. Como dice el propio Hayon: «No todo tiene que ser útil. Algunas cosas simplemente están para hacernos sentir bien». Y Danza lo consigue, pieza a pieza. https://www.bosatrade.com/

Experiencia sonora

Creado por músicos para amantes de la música, Tivoli Audio vuelve a demostrar que diseño y buen sonido no están reñidos. Su nuevo altavoz, el SongBox Max es una pieza pensada para los que valoran tanto el objeto como la experiencia sonora. A nivel de audio, no decepciona: integra un subwoofer de 20W para las frecuencias bajas, un driver de rango medio también de 20W -ideal para resaltar las voces- y un tweeter de 10W que aporta brillo y definición a los detalles más agudos. ¿El resultado? Un sonido claro y equilibrado, perfecto para disfrutar de podcasts o música sin sobresaltos ni graves invasivos. Los controles, de estética analógica, recuerdan a las radios clásicas: un ecualizador deslizante en la parte superior derecha, una gran rueda de sintonización en el centro… Pequeños gestos que hacen que usarlo sea también un placer táctil. En el frontal incorpora una entrada auxiliar de ¼ de pulgada, ideal para conectar instrumentos. Además, SongBox Max puede funcionar como amplificador para guitarra o teclado, gracias a su preamplificador integrado con conmutadores físicos. El diseño tiene cierto aire vintage que, aunque rinde un discreto homenaje a Porsche, se siente totalmente atemporal. Es elegante sin exceso, funcional sin perder encanto y, sobre todo, práctico y portátil. Una propuesta sobria y versátil, pensada si te gusta escuchar con atención y rodearte de objetos bien hechos. https://tivoliaudio.com/